El consejero destaca en la rueda de prensa de balance que las lluvias han sido iguales o por encima de la media y se han atendido todas las demandas
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha presentado los datos de balance del año hidrológico 2017-2018, que finalizó el pasado 30 de septiembre. Del análisis de los datos, el consejero ha destacado varias cuestiones: este período ha concluido, gracias a las precipitaciones acumuladas desde finales de febrero hasta abril de 2018, con las demandas atendidas con normalidad y una mejora considerable de las reservas de agua en los embalses de las cuencas intracomunitarias andaluzas. En este sentido, Fiscal ha subrayado que las lluvias de este período han sido iguales o superiores a la media en buena parte del territorio. El volumen acumulado en los pantanos de la región es de 2.437,38 hectómetros cúbicos, un 15% más respecto al año anterior con un total de 596 hectómetros cúbicos de agua.
Según el titular de Medio Ambiente, «se ha superado un año hidrológico que comenzamos con gran prevención, pero mejoró gracias a las lluvias de la primavera. Después de años con precipitaciones por debajo de la normal, hace un año las reservas de algunas zonas escasamente permitían garantizar las demandas previstas y a medida que avanzó en año se pusieron en marcha medidas de ahorro para atender las necesidades mínimas, hasta que llegaron las lluvias que permitieron satisfacer las demandas con normalidad». Un dato que refleja esta realidad es el índice estandarizado de sequía que desde el año 2015 siempre ha estado en valores negativos, salvo dos meses de 2017 y desde marzo de 2018.
Fiscal ha afirmado que «la Junta de Andalucía, hoy y siempre, abogará por el ahorro y el buen uso del agua, la continua mejora de las infraestructuras hidráulicas, la solidaridad interterritorial de la mano de la transparencia en la gestión. Por eso, siempre buscamos el consenso con los agentes implicados en el uso del agua».
Asimismo, ha remarcado que el principio del otoño, marca el momento en el que debería haberse superado lo peor, en lo relativo a la hidrología, ya que se habrán atendido las mayores demandas de agua para satisfacer las necesidades en la época de temperaturas más elevadas (verano), en base, sobre todo, a las lluvias que ocurrieran en invierno y primavera que proporcionaron las aportaciones almacenadas de forma natural en los acuíferos y mediante la acción del hombre en los embalses. Según Fiscal, «tenemos por delante el periodo en el que la probabilidad de lluvias es mayor, en el que habrá que tratar de recuperar lo consumido y mejorar el nivel de existencias, si es posible, como en cualquier tipo de economía, para afrontar con garantía el futuro».
Balance por Demarcaciones
La Demarcación del Tinto, Odiel, Piedras y encomendada del Chanza, que almacena un total de 775,8 hm3, es la que se encuentra con un mayor grado de llenado, al 68,12%. El año hidrológico pasado ha afrontado una situación de plena normalidad, manteniendo un volumen embalsado capaz de atender las necesidades de cuatro años.
Los embalses del Guadalete y Barbate almacenan actualmente 1.027,21 hm3, encontrándose aproximadamente al 62% de la capacidad de embalse. Durante este período, también se han atendido con normalidad todas las demandas, habiéndose incrementado la reserva de los embalses en unos 360 hm3, lo que supone aproximadamente el 22% de la capacidad. Es destacable que la reserva actual casi cuadriplica esta cifra de demandas.
El consejero ha explicado que la situación de la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas, aunque no tan halagüeña como las anteriores, presenta un panorama globalmente bueno aunque irregular en la distribución por sistemas. Los embalses de la Demarcación almacenan 631,61hm3, encontrándose al 54% de su capacidad de embalse. Durante el año hidrológico transcurrido, se han atendido normalmente todas las demandas si bien extremando el cuidado del uso del agua y logrando todos los ahorros posibles. Fiscal ha insistido en que «el análisis de los datos que les acabo de presentar refleja que se partía, al inicio del año hidrológico, de una situación muy desfavorable, con reservas que no garantizaban la atención de las demandas a un año vista, y sin embargo se ha terminado con 235hm3 más, con un volumen embalsado superior al de la media de los últimos diez años en esta fecha».
Por sistemas, en el Campo de Gibraltar (embalses de Guadarranque y Charco Redondo) el volumen embalsado se sitúa en 123 hm3, que suponen el 73 % de su capacidad total, después de atender con normalidad todas las demandas y partiendo de 81hm3 a inicio del año hidrológico. Las reservas duplican las necesidades de un año. La Costa del Sol Occidental, por su parte, ha evolucionado de forma similar al año anterior, partiendo de un volumen de 38 hm3 y con 41 hm3 el 1 de octubre, al 62% de su capacidad, tras atender las demandas, con el apoyo de la desaladora en el periodo punta estival. Estas reservas, escasamente garantizan la demanda anual en caso de ausencia de lluvias.
El sistema Guadalhorce-Limonero, del que pende el abastecimiento a Málaga y los riegos del valle, termina con 242 hm3 (62%), con reservas para dos años, habiendo iniciado el año con 141 hm3 y atendido las demandas con normalidad. Por último, en la Costa Oriental de Málaga, el embalse de La Viñuela se encuentra al 36% de su capacidad con 59 hm3, lo que supone que no se alcanza la cantidad necesaria para dos años, sin aportaciones, pero se ha mejorado con relación al año anterior en el que se partía con 43 hm3.
Medidas coyunturales y nuevas instalaciones
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha detallado las medidas coyunturales que se han llevado a cabo en estos sistemas con el fin de preservar los recursos, pensando fundamentalmente en el siguiente año, si las condiciones no mejoraban. Entre ellas, establecer acciones de ahorro en el Guadalhorce (riegos y abastecimiento), intensificar los recursos del sistema, a través de la puesta en servicio del Azud del Barullo, del incremento del uso del embalse de Guadalhorce, o incluir ciertos recursos fluyentes o subterráneos en el sistema de Axarquía, mediante el uso de las aguas invernales de los azudes de Algarrobo y Torrox, la utilización del Pozo de las Monjas por el Ayuntamiento de Vélez Málaga, así como apoyo al abastecimiento del litoral Este desde Málaga capital.
El consejero ha insistido en que «con todo ello, y especialmente en algunos sistemas de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas, es necesario gestionar con mucha prudencia y estar especialmente vigilantes y atentos y avanzar en las medidas oportunas ya planificadas». También ha adelantado que «si bien la situación de partida es en general relativamente optimista, hay sistemas como el de La Viñuela en la Axarquía, la Costa del Sol Occidental y Cuevas del Almanzora en Almería que en el caso de que en el próximo año hidrológico las precipitaciones fueran escasas habría que plantearse medidas coyunturales de ahorro».
