Un total de diez parejas de águila pescadora han sido detectadas esta primavera, época de cría, en la provincia de Cádiz, gracias al proyecto de Endesa y la Fundación Migres para favorecer su reproducción y aumentar así el número de ejemplares de esta rapaz, que se extinguió en la península Ibérica a finales del siglo pasado y que, con iniciativas de este tipo, cuenta con una población que crece cada año.
Según han indicado en una nota, de las parejas detectadas, cinco de se encuentran en el embalse de Guadalcacín (entre San José del Valle, Arcos de la Frontera y Algar) y en cuatro de ellas los técnicos de Migres ya han constatado que están incubando. Las otras cinco parejas se encuentran en el embalse de Barbate y una de ellas es una nueva pareja.
Las águilas pescadoras cruzan el Estrecho para invernar en África y regresan al territorio de la Península al inicio de la primavera, para reproducirse. Para favorecer el aumento de la población de esta especie, Endesa y Migres instalan nuevos nidos durante el invierno, que serán ocupados progresivamente por las aves en las primaveras sucesivas.
Una vez que nacen los pollos, en torno al mes de junio, son anillados y marcados por parte de Migres, con la colaboración de Endesa, para el control científico de la población y su seguimiento. De hecho, algunos de los ejemplares que han sido observados criando este año poseen anillas que los identifican como nacidos en Cádiz en años anteriores.
La constatación de la presencia de estas diez parejas reproductoras permite pensar que se podrán cumplir las previsiones de Endesa y Migres para esta temporada de cría, que pasan por el nacimiento y posterior vuelo de dos decenas de pollos, número que se ha ido repitiendo en los últimos años.
NIDOS
Para continuar aumentando la población de esta especie en la provincia de Cádiz, que concentra diez de las 17 parejas reproductoras de Andalucía, Endesa contribuye con un proyecto que ha incluido la instalación de cuatro nidos –en Arcos de la Frontera y en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz– y de seis posaderos durante este invierno, así como de actividades educativas y divulgativas en torno a esta ave.
Este proyecto forma parte del Plan de Conservación de la Biodiversidad de Endesa, que, además de tener como meta reforzar la población de esta especie, contribuye al objetivo de conocer el estado poblacional del águila pescadora de cara a su conservación dentro de sus propios hábitats y allí donde interactúe con la actividad de Endesa.
En las próximas semanas, los técnicos de Migres continuarán vigilando in situ los nidos de las águilas pescadoras. Luego, en el momento adecuado, en torno al mes de junio, se llevará a cabo el anillamiento y marcaje de los nuevos ejemplares.