Unanimidad de todos los grupos políticos con representación en el Pleno de la Diputación Provincial de Cádiz para que la institución se sume a la declaración de Los paisajes del olivar de Andalucía como paisaje cultural patrimonio mundial por la UNESCO. Paralelamente, por su importancia económica en el sector primario de la provincia y su trascendencia en el patrimonio social y cultural, la Corporación Provincial está trabajando en constituir próximamente una Mesa del Olivar, como foro de defensa de este sector estratégico, con la participación de ayuntamientos, cooperativas, almazaras, centrales sindicales y asociaciones profesionales.
En octubre de 2016 el Consejo de Patrimonio Histórico de España aceptó la inscripción de Los paisajes de Olivar en Andalucía en la Lista Indicativa de los Bienes Patrimonio Mundial de España, paso previo y obligado. Para la consecución del objetivo de declaración por parte de la UNESCO, las diputaciones de Cádiz, Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga, la Junta de Andalucía, la Fundación J. Ramón Guillén, la Fundación Savia, las Universidades y otras instituciones públicas y privadas, han venido impulsando la redacción del expediente andaluz que dará soporte a la solicitud de declaración, informó en el Pleno de enero la diputada del equipo de gobierno provincial, Isabel Moreno, antes de la votación.
La declaración por la UNESCO supondría un revulsivo importante para el territorio andaluz, que otorgará una importante proyección cultural, patrimonial y turística. En el plano socioeconómico, contribuirá a que el olivar sea mejor localizado en el mapa mundial por las instituciones y por la opinión pública, cada vez que se realice una defensa de la gastronomía, de la dieta mediterránea, del valor y del precio del aceite o una defensa de la Política Agraria Comunitaria (PAC), como favorecedora de una población que vive en un territorio. La declaración no supondrá ninguna limitación a los actuales usos y manejos productivos que se llevan a cabo en el presente o se introdujeran en el futuro.
En la provincia de Cádiz el cultivo del olivo es la principal actividad de numerosos pueblos de la Sierra. En los últimos años también se expande por otras zonas llanas de la provincia, Jerez y Arcos, con modelos de plantación intensivos más rentables y productivos. El de Cádiz es uno de los porcentajes más elevados de olivos nuevos y renovados de toda Andalucía hasta 2015, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
En una reunión previa a la constitución de la Mesa del Olivar provincial, celebrada en la Diputación el pasado diciembre, se constató la importancia del olivar gaditano, dentro de la política de desarrollo económico de la provincia que promueve el actual equipo de gobierno de la Diputación, para asentar a la población en el territorio, así como la necesidad de tomar posiciones ante las amenazas de una Política Agraria Común, que no contempla al olivar de montaña por ahora, las dificultades para adaptar la transformación y la comercialización de este producto saludable a las demandas y competencia de los mercados, o de plantear su futuro frente al cambio climático.
El cultivo del olivo está liderado por Andalucía como primer productor mundial. Según la Ley 5/2011, de 6 de octubre, del olivar de Andalucía, la superficie de olivar en la Comunidad Autónoma es de aproximadamente de 1.500.000 hectáreas, el 60% de la superficie oleícola española y el 30% de la superficie europea, suponiendo el 24% de la producción en valor de la rama agraria andaluza. Andalucía produce el 40% del aceite y el 20% de la aceituna de mesa del mundo. Es lugar de más de 800 almazaras, más de 200 entamadoras (trasformadoras de aceituna de mesa), unas 35 extractoras de orujo y casi 600 envasadoras de aceite. El olivar constituye la principal actividad de más de 300 pueblos andaluces con más de 250.000 familias de olivareros y proporciona más de 22 millones de jornales al año.