La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado, con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo 25 de noviembre, poner en marcha más medidas para prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres.
Y es que, tal y como ha recordado el organismo de Naciones Unidas, las mujeres que experimentan violencia corren un mayor riesgo de muerte y lesiones, pero también de desarrollar problemas de salud mental, como depresión, autolesiones o suicidio, así como trastorno por consumo de alcohol y problemas de salud sexual y reproductiva, como embarazos no deseados, bebés con bajo peso al nacer y enfermedades de transmisión sexual.
En toda la región europea de la OMS, una de cada cuatro mujeres experimenta violencia sexual y/o física por parte de su pareja sentimental y, según las estimaciones, alrededor del 5 por ciento de las mujeres han sido agredidas sexualmente por alguien que no es su pareja.
Los profesionales sanitarios médica son a menudo el primer punto de contacto profesional para una mujer que sufre violencia. Por ello, la OMS les ha solicitado que les escuchen «atentamente, con empatía y sin juicio»; investiguen sobre sus necesidades y preocupaciones; les transmitan comprensión y tranquilidad; y les ofrezcan información adicional, servicios y apoyo social.
«Una manera importante de prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres es tener educación sexual para adolescentes en las escuelas que desafía los estereotipos y las normas de género nocivas», ha dicho la OMS.
Dicho esto, ha informado de que la educación sexual debe abarcar una variedad de temas que pueden ayudar a los jóvenes, como evitar las consecuencias negativas para la salud, permitir la comunicación sobre la sexualidad y la salud sexual, comprender las relaciones saludables y no saludables, reconocer el valor de ellos mismos y sus cuerpos, y respetar la integridad corporal de otros, así como diferentes orientaciones sexuales o identidades de género. Y es que, los datos recopilados por la región europea de la OMS solo 23 de los 42 países tienen la educación sexual en el plan de estudios de primaria y secundaria.
Además, el organismo ha recordado que en su Estrategia sobre la salud y el bienestar de los hombres en la Región Europea exige la participación de hombres y niños en la prevención de la violencia, por ejemplo, con programas que se centren en las habilidades para la vida, la crianza de los hijos y el desarrollo social.
Los hombres también deben ser vistos como agentes activos de cambio para desafiar la normalización de la violencia entre los hombres, y deben participar, junto a grupos de mujeres, en programas orientados a eliminar la violencia contra las mujeres.