La chiclanera Sandra Crespo, es una de las personas que se encuentran atrapadas en el extranjero con dificultades para regresar a casa como consecuencia de la situación generada a nivel mundial por el coronavirus.
Sandra partió con Raúl, su pareja, a Indonesia el pasado 27 de febrero para pasar unas vacaciones hasta el 31 de marzo. Allí se encontraron con dos malagueños amigos, Víctor y Cosmin, que se encuentran en una situación similar a la de ellos y a la de más de 250 españoles. Las compañías aéreas han cancelado sus vuelos de regreso y no les han ofrecido alternativa ni explicación alguna.
El Covid-19 también está llegando a este país y ahora viven un encierro de 48 horas que prevén que pueda ampliarse.
Estas vacaciones las llevaron a cabo como mochileros, es decir, que no tenían un pack con alojamiento predeterminado sino que van eligiendo cada día donde alojarse. Ahora, debido a las circunstancias, se han visto obligados a quedarse en un pueblo de la montaña de Bali denominado Ubud que es el sitio más económico que han encontrado puesto que los hoteles están subiendo los precios de los alojamientos hasta el triple.
Según han asegurado los afectados, la única entidad que se ha puesto en contacto con ellos ha sido la embajada de España en Bali que les ha ofrecido un billete por 1.500 euros cada uno. Un precio que consideran excesivo y con pocas garantías. Por ello han puesto como ejemplo a las embajadas de Francia o Alemania que han facilitado a sus ciudadanos billetes de avión por entre 400 y 600 euros.
Estos 4 jóvenes, que proceden del sector servicios, tendrían que incorporarse a sus puestos de trabajo en el mes de abril. Pero todos se han visto afectados por ERTEs de sus respectivas empresas.
Aunque España tiene niveles superiores de COVID-19 a los que actualmente hay en Indonesia, sueñan con regresas a sus casas por la seguridad que les hace sentir el sistema sanitario español.