El Gobierno andaluz empezará desde este miércoles 22 a dispensar mascarillas gratuitas, a través de las farmacias, a los ciudadanos mayores de 80 años. La medida beneficiará a todos los mayores de 65 años y a los menores de esa edad que sean pensionistas o tengan algún tipo de patología que pueda verse agravada por el Covid-19, si bien se va a empezar el reparto por los mayores de 80 años para evitar aglomeraciones en las farmacias.
Así lo ha anunciado este martes el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, donde ha explicado que la previsión es repartir esta semana 2,5 millones de packs de tres mascarillas cada uno, esto es en total unos siete millones.
Juan Marín ha agregado que el reparto se hará de «forma gradual», de manera que mañana ya se empezará con los mayores de 80 años y, al resto de tramos de edades, se les irá comunicando el orden desde la Consejería de Salud para que no haya aglomeraciones en las farmacias de la comunidad.
En concreto, para minimizar aglomeraciones y colas, la Consejería de Salud y Familias recomienda seguir un orden de recogida según la edad de la persona beneficiaria: miércoles 22 de julio, 80 años cumplidos o más; jueves 23, 70 años cumplidos o más; viernes 24, 65 años cumplidos o más y sábado 25, resto de pensionistas menores de 65 años. A partir del lunes 27 de julio y en adelante, quienes no hayan podido acudir en su día asignado.
Por su parte, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, ha insistido en hacer un llamamiento a la población sobre la necesidad de utilizar la mascarilla, de manera que debemos acostumbrarnos a que sea una parte más de nuestra vestimenta, porque salva vidas, a nuestro sistema de salud y a nuestra la economía, ya que ni Andalucía ni España ni Europa «resistirían un nuevo confinamiento».
Ha puesto en valor además el plan de Consejería de Salud y Familias para controlar la pandemia tras el levantamiento del estado de alarma, para lo que se cuenta con 8.200 enfermeras y enfermeros realizando labores de rastreo de los posibles casos, mientras que se cuenta también con 450 epidemiólogos.
Bendodo ha insistido en que el plan de la Junta para evitar rebrotes «está teniendo éxito» y Andalucía es hoy la comunidad con el mayor número de rastreadores de Covid en España. Ha señalado que hoy todos los rebrotes detectados en la comunidad «están bajo control».
Por su parte, el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Andalucía ha indicado que esta dispensación de mascarillas es fruto del acuerdo al que ha llegado con la administración sanitaria andaluza, que se suma a los ya alcanzados durante el estado de alarma y que han reforzado el papel de la farmacia dentro del sistema sanitario, convirtiéndola en un verdadero dique de contención contra la vulnerabilidad.
Se trata, según ha indicado en una nota, de una nueva colaboración solidaria de la distribución cooperativa y de la farmacia andaluza, que «no ha dudado en ofrecer su colaboración a la Consejería de Salud para que el reparto de las mascarillas a las personas más frágiles sea posible sin costes ni para los usuarios ni para el propio sistema sanitario».
El consejo añade que la capilaridad de su red y su sistema de distribución propio «permiten esta nueva colaboración desinteresada de la farmacia con la administración andaluza en la gestión de la pandemia». «Se trata de nuevo ejercicio de responsabilidad social, que demuestra por una parte la vocación asistencial y sanitaria de toda la farmacia, y por otra, el valor que para el sistema sanitario tiene un modelo de farmacia que garantiza la universalidad del servicio con independencia de la localización geográfica y de un sistema cooperativo de distribución, propiedad de los propios farmacéuticos, que lo hace posible», ha explicado el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Antonio Mingorance.
El acuerdo viene a sumarse a otras colaboraciones ya realizadas por la farmacia con la administración andaluza para una mejor atención a los colectivos más vulnerables. Así, durante el estado de alarma, y merced a los cambios regulatorios realizados por la Consejería de Salud, los farmacéuticos han podido renovar tratamientos crónicos vencidos sin necesidad de acudir al médico, dispensar medicamentos hospitalarios y entregar la medicación en domicilio en caso de necesidad, ensanchando así derechos y protegiendo a los que más lo necesitan.
«A veces, pequeñas medidas son las que promueven grandes mejoras. Los acuerdos entre la administración y la farmacia andaluza con motivo de la pandemia marcan un camino de colaboración que merece la pena explorar en el futuro», según Mingorance, para quien los farmacéuticos «nos sentimos preparados y motivados para contribuir con nuestras prestaciones a grandes objetivos sanitarios y de salud pública del futuro, relacionados con una mejor atención, control y seguimiento de los enfermos crónicos, los pacientes mayores y los colectivos más vulnerables».