El embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliott, ha defendido la necesidad de «corregir» el Protocolo de Irlanda del Norte incluido en los acuerdos del Brexit y ha descartado que las tensiones entre Londres y Bruselas sobre este tema puedan lastrar las negociaciones pendientes sobre Gibraltar, ya que son temas «completamente diferentes».
España y Reino Unido firmaron el 31 de diciembre de 2020 un primer acuerdo sobre la situación de Gibraltar, pero sigue pendiente un pacto más amplio de las autoridades británicas con la Unión Europea para el que ya se han llevado a cabo ocho rondas de contactos.
«Queda trabajo por hacer, pero hemos avanzado mucho», ha explicado Elliot, en una entrevista a Europa Press en la que ha subrayado que hay una «voluntad muy clara» de las partes para «avanzar rápido», a pesar de que no hay una fecha concreta para concluir las negociaciones –ya se han incumplido varios plazos–.
El embajador ha descartado que este diálogo pueda verse afectado por las fricciones derivadas del Protocolo de Irlanda del Norte, que Londres ha prometido enmendar «en las próximas semanas» pese a las advertencias de Bruselas en contra de una modificación unilateral del acuerdo.
Elliot ha explicado que no se trata de «tirar» el Protocolo sino de «corregirlo» y ha señalado que el Gobierno tiene ya en su poder un informe de la Fiscalía que acredita que se trata de un paso «legal», conforme con el Derecho Internacional, tal como defendió el martes la ministra de Exteriores británica, Liz Truss, ante la Cámara de los Comunes.
Al igual que Truss, el embajador británico en España ha defendido que la prioridad de Londres sigue siendo «que haya una solución negociada» con la Comisión Europea. «Estamos totalmente dispuestos a seguir dialogando», ha remachado.
De hecho, ha recalcado que el aviso de Truss sobre una reforma legal inminente «no es ningún ultimátum, no es ninguna amenaza». Las dos partes, ha añadido, siguen siendo «amigos» y «aliados».
Elliot ha justificado que el mismo Gobierno que negoció el Protocolo para evitar una ‘frontera dura’ en el Úlster quiera ahora revisarlo, ya que considera que es lo que haría cualquier administración «responsable» si detecta «problemas sobre el terreno» al aplicar las diferentes medidas.
En este sentido, ha abogado por «preservar» los avances logrados tras los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 y ha reconocido el malestar de los políticos unionistas. El Partido Unionista Democrático (DUP) mantiene bloqueada la formación de gobierno en Irlanda del Norte a la espera de cambios en el Protocolo.
Elliot ha apuntado que, «en mayor o menor medida», todos los grandes partidos norirlandeses quieren algún tipo de modificación, si bien ha reconocido la especial exigencia del DUP, que ha emplazado a Londres a actuar cuanto antes.
El Gobierno de Reino Unido plantea cambios para, por ejemplo garantizar que no hay trabas al comercio de Irlanda del Norte con la isla de Gran Bretaña, un efecto colateral de la permanencia norirlandesa en el mercado común de la UE.