No pueden asumir una vivienda por valor superior a 100.000 euros o un alquiler de más de 320 euros mensuales sin sobre endeudarse
El 15,6% de los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años vivían emancipados a finales del año 2021, una cifra que supone un crecimiento del 0,7% con respecto a los datos cono los que comenzó el año pasado (14,9%), pero más de tres puntos menos del porcentaje que se manejaba antes de la pandemia (18,7%).
Así se recoge en el informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud Española (CJE), que se ha preguntado este jueves, y que corresponde a los datos del segundo semestre del 2021.
A pesar de que la presidenta del Consejo, Elena Rúiz, ha celebrado este ligero crecimiento registrado en la segunda mitad del año pasado porque, a su juicio, supone la salida hacia la «recuperación» tras el Covid-19, también ha señalado que lo hace desde «la cautela» porque hay que esperar, según ha explicado, hasta comprobar que se trata de una tendencia que va a más y no de un dato puntual.
Así, ha recordado que este aumento del 0,7% llega después de que en el primer semestre de 2021 se alcanzara la cifra más baja del siglo.
Según recoge el informe, realizado por el sociólogo Joffre López, esta mejora se apoyó en «una intensa recuperación del empleo destruido a raíz de los confinamientos provocados por la pandemia» lo que, además, según ha indicado, ha llevado a una caída semestral de la tasa de paro joven de 5,2 puntos, hasta alcanzar el 23,6%, el dato más bajo desde 2008.
Aún así, desde el CJE alerta de la «precariedad» en la que, a su juicio, «se está cimentando» este crecimiento. El informe denuncia, así, que la mitad de las personas jóvenes con trabajo tenía un contrato temporal, situándose la tasa de temporalidad en 55,4%, el mismo nivel de 2019. Del mismo modo, el Observatorio advierte de que el 25,4% de los contratos de jóvenes están vinculados a la parcialidad y, de ellos, un 14,8% están relacionados con la parcialidad no deseada.
Respecto a la población joven inactiva, que constituye el 47,8%, según el estudio, se destaca que un 89,7% se encuentra en esta situación por estar estudiando, lo que supone la cifra más alta en este aspecto de toda la serie histórica. De este modo, los conocidos como ‘ninis’ son, a finales de 2021, solo el 2,4% de la juventud inactiva en el país.
Del mismo modo, el CJE señala que los ‘sisis’, quienes estudian y trabajan de forma simultánea, han crecido hasta suponer el 32,5% de la población joven con empleo, que es un porcentaje seis puntos por encima que en último trimestre de 2019.
Por otra parte, el Observatorio ha puesto el foco en el mercado de la vivienda y ha explicado que, aunque la coyuntura general ha mejorado –2021 cerró con los tipos de interés en mínimos históricos y el precio medio del alquiler descendió un 8,5%– los datos recogen que un joven debe dedicar un 3,8 veces su salario neto anual para poder sufragar la entrada de una hipoteca para la compra de la vivienda media del mercado (170.000 euros).
Los jóvenes solo podían asumir, al fin de 2021, una vivienda valorada en 100.000 euros sin sobre endeudarse, es decir, destinando el 30% del salario neto al pago de la vivienda, como recomienda el Banco de España.
Es por eso que, según ha explicado López, en la emancipación de los jóvenes españoles predomina el alquiler y, más en concreto, el alquiler compartido. Esto se debe también, según ha indicado el autor del trabajo, al aumento del coste medio del alquiler a 848 euros; mientras que una persona joven tan solo podría asumir una cuota de 320 euros sin caer en el sobre endeudamiento.
Así, un alquiler individual supondría, según el estudio, que esa persona dedicaría el 79,2% del sueldo; mientras que compartir la vivienda bajaría este porcentaje al 25%. Es por eso que, según López, el 34,5% de las personas jóvenes emancipadas lo hacen compartiendo piso.
Con este escenario, la presidenta del CJE ha llamado a poner a la juventud en el «centro» de la agenda política y llevar a cabo medidas que «tengan más en cuenta el largo plazo». En este sentido, ha defendido la posibilidad de poner en marcha un Pacto estatal en esta materia.
«No podemos pretender que la juventud sea una enfermedad que se cura cuando has pasado de los 30», ha lamentado Ruiz.
Del mismo modo, ha lamentado que los dirigentes no hayan aprovechado otras iniciativas que se han llevado a cabo para beneficiar a los jóvenes y, en este sentido, Ruiz ha puesto como ejemplo el Ingreso Mínimo Vital (IMV) en el que, según ha denunciado, no se permite acceder a los jóvenes de entre 18 y 23 años.
Además, ha criticado que a los menores de 30 que sí podrían acceder a esta prestación se les ponen «requisitos más duros» que a los que superan esta edad.
Finalmente, también ha indicado que para paliar la situación de desigualdad de este colectivo habría que elevar el Salario Mínimo Interanual en un 60% con respecto al salario medio del país.