La concejala de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Cádiz, Montemayor Mures, ha calificado de «lamentable» que la Junta de Andalucía haya acordado de manera «unilateral» la declaración de la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) en todo el municipio de Cádiz «desoyendo la posición unánime de todos los agentes del sector», lo que ha hecho saber a través de una notificación en la que «ignora completamente y ni siquiera contesta a las alegaciones presentadas en consenso con el sector».
En una nota, Mures ha rechazado este «nuevo ejemplo de sectarismo» de la Junta, ya que el Gobierno andaluz ha «atendido únicamente a los intereses de las grandes superficies y multinacionales, dejando fuera el sentir de una parte esencial de los comerciantes de la ciudad, así como de los consumidores, de los minoristas y de la parte social representada por los sindicatos».
La edil ha recordado que la posición consensuada entre el Ayuntamiento y los agentes del sector era contraria a la declaración de ZGAT en Cádiz, al considerar que «no está motivada por la demanda de la población, ni de los comerciantes, ni de los trabajadores, ni de los consumidores y tampoco de los turistas», ya que «el pequeño comercio de la localidad atiende y abastece suficientemente a la ciudad durante todo el año».
Mures ha explicado que la oposición a la declaración de la ZGAT se fundamenta en que «da preferencia únicamente y atiende exclusivamente a las grandes corporaciones empresariales del sector, situando en una desventaja total al resto». «Los perjudicados directos son el pequeño y mediano comercio, los trabajadores y las personas consumidoras», ha añadido.
En este sentido, ha detallado que la única ventaja del pequeño comercio frente a las grandes superficies es que tenían la posibilidad de abrir los domingos y festivos, con lo que tenían la posibilidad de atender a los consumidores aquellos días en los que las grandes superficies estaban cerradas. Sin embargo, «esa única pequeña ventaja que tenían queda totalmente relegada con la declaración de la ZGAT, lo que reduce drásticamente el margen de maniobra del comercio local», ha afirmado.
Por otro lado, ha resaltado que la declaración de la ZGAT «no supone generación de empleo y precariza las condiciones de los trabajadores». En este sentido, ha explicado que con esta declaración las grandes superficies cubren las aperturas en domingos y festivos «modificando los horarios del personal que tienen en la actualidad y sin ningún tipo de compensación económica a estos trabajadores, precarizando así las condiciones laborales e impidiendo la conciliación de la vida familiar y laboral».
Para la edil, la medida perjudica también a los consumidores, ya que la ZGAT supone que «a medio y largo plazo el pequeño comercio va a tender a desaparecer, con lo que se va a reducir drásticamente la oferta», ya que el mercado se va a convertir «en un oligopolio formado por cinco o seis grandes empresas comerciales que van a acabar imponiendo precios, tendencias, etcétera».
Igualmente, Montemayor Mures ha lamentado que la Junta «ni siquiera se haya dignado a contestar a las alegaciones» presentadas ante la decisión de declarar la ZGAT. Dichas alegaciones fueron consensuadas con comerciantes, consumidores, representantes de los trabajadores y de todos los agentes del sector solicitando en las mismas que la ZGAT afectase únicamente al centro histórico y no a la zona de Extramuros, al considerar que se trata de «la alternativa menos perjudicial» para el pequeño comercio de la ciudad en general.
