El Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, ubicado en la localidad gaditana de Los Barrios, ha organizado el XIII Curso del Glaucoma dirigido a oftalmólogos de toda España.
En un comunicado, el director gerente del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, Antonio Feria, ha explicado que «este curso es considerado un referente nacional por la calidad de los ponentes y asistentes, cerca de un centenar de especialistas quienes cuentan con un altísimo nivel profesional, académico e investigador».
«El contenido ha versado desde la prevención o tratamiento, hasta los últimos avances en el campo diagnóstico y terapéutico de la enfermedad», ha detallado Feria.
Por su parte el doctor Ignacio Vinuesa, jefe de servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar y organizador del curso, ha destacado «la importancia del diagnóstico precoz de la enfermedad para frenar su progreso y obtener un mejor pronóstico de la misma, ya que se trata de una enfermedad silenciosa, no presenta grandes síntomas hasta que ha evolucionado demasiado y tiene peor solución».
En esta edición del curso, «se han presentado casos clínicos de enorme interés, así como los últimos avances en los tratamientos, tanto médicos como quirúrgicos de la enfermedad, en formato de mesa redonda que han sido de gran utilidad para los asistentes», ha añadido Vinuesa.
Cabe destacar que el glaucoma afecta a entre el 0,5 por ciento y el dos por ciento de la población mayor de 40 años ascendiendo hasta el siete y ocho por ciento a los 80 años. Esta dolencia afecta el nervio óptico de forma progresiva y en ambos ojos y se manifiesta por la alteración de la presión intraocular (PIO), produciendo una reducción del campo visual de manera progresiva.
Para esta enfermedad no existe una causa clara, pero tienen un peso muy importante los factores hereditarios y otras patologías oculares secundarias que precipitan su aparición.
El glaucoma se detecta en las revisiones de oftalmológicas rutinarias, ya que se trata de una enfermedad muy silenciosa. La primera prueba que suele realizarse es la tonometría, para buscar la alteración de la presión intraocular. En el caso de detectarse, se procede a realizar otras pruebas para indicar en qué fase evolutiva se encuentra la patología.
Actualmente existen procedimientos mínimamente invasivos que ofrecen nuevas oportunidades para el control de la presión ocular y por lo tanto disminuyen notablemente el avance de esta enfermedad.