Generamma ha vivido entre el 10 y el 15 de septiembre una emocionante 4ª edición que ha sabido consolidar en la práctica el leitmotiv que marcaba el pulso de esta cita: los cuidados y el cine como motor de transformación social y eje central para construir una sociedad mejor y un planeta más sostenible, según ha anunciado la organización de este festival de cine hecho por mujeres, destacando que la respuesta ha sido unánime, con un incremento del 63% de la audiencia respecto al año anterior, un hecho que ha sido notable en todas las proyecciones del Teatro Moderno y actividades en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal, sedes del festival, con un total de 12 películas y 8 actividades paralelas.
La programación de cine del festival y las dinámicas y actividades paralelas propuestas por Generamma han servido para crear esta experiencia de comunidad y de apoyo. El festival se sigue consolidando así como una red sólida para la exhibición, la creación y la reflexión en torno al audiovisual realizado por mujeres, y como un punto de encuentro imprescindible para las profesionales del sector. Un festival que ya es referente en la sostenibilidad, los cuidados y la igualdad en la industria cinematográfica.
En 2024 el festival ha dado el salto a la competición oficial con tres premios a cortometrajes: Premio Generamma de ficción, Premio Generamma documental y Premio del Público Diputación de Cádiz.
El ámbito de influencia de Generamma trasciende su propio marco territorial y cada año llega un poco más lejos. 2024 ha evidenciado el interés que despierta el festival en toda la Península y también a nivel internacional, siendo en esta edición Portugal el país con el que se ha trabajado de manera específica las vías para comenzar un proyecto emergente de cooperación. Generamma es un festival realizado por mujeres pero dirigido a toda la ciudadanía, y en consonancia con esta idea, otro de los objetivos fundamentales del festival en 2024 ha sido involucrar a un público lo más amplio y diverso posible.
La 4ª edición de Generamma evidencia que el cine es una herramienta fundamental para aprender sobre los cuidados, y con ello normalizar la empatía y el respeto a lo diferente, no solo por la capacidad transformadora que tienen las películas, sino por la comunidad que se genera en torno a un festival sostenible, feminista y líder en la reivindicación de la presencia de mujeres en la industria audiovisual.