El Índice de Gestores de Compras compuesto (PMI, por sus siglas en inglés) de la eurozona ha subido en febrero al 52,0 desde el 50,3 registrado en enero, lo que supone su mejor marca en ocho meses y la expansión más rápida desde junio de 2022, según ha desvelado S&P Global.
Que esta cifra rebase el 50 conlleva una expansión de la actividad económica. Principalmente, este alza se vio impulsado por la estabilidad de la producción manufacturera y por «una mejora más sólida de la actividad del sector servicios». En particular, el nivel de nuevos pedidos recibidos aumentó por primera vez desde mayo de 2022, ya que el incremento de la actividad de los clientes respaldó el fortalecimiento de la demanda subyacente.
La tendencia a la baja de pedidos pendientes también continuó, ya que las empresas de la zona euro prosiguieron con sus actividades de contratación. La confianza empresarial, en consecuencia, aumentó hasta su máximos de doce meses.
Asimismo, una fuerte reducción de las presiones de los costes en el sector manufacturero encubrió el fortalecimiento de la inflación de los precios pagados por las empresas de servicios. La tasa general de aumento de los costes operativos fue la más lenta en casi dos años.
En cuanto al PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios, este se encuentra en máximos de hace ocho meses, con un 52,7, esto es, una subida de 1,9 puntos respecto al primer mes de 2023. Esto se explica por el aumento «moderado» de los volúmenes de nuevos pedidos en febrero, aunque fue a la mayor velocidad desde mayo de 2022. El repunte de la demanda sumó presión a las capacidades operativas, tal y como demuestra el incremento de los trabajos atrasados.
Las empresas de servicios continuaron aumentando sus plantillas en febrero, con una tasa de creación ligeramente más rápida que la media histórica observada, pero se ralentizó desde enero. Además, los costes de actividad del sector aumentaron sustancialmente en febrero, y, también, el ritmo del avance se aceleró ligeramente.
«Siguen persistiendo las dudas sobre la fortaleza de la demanda subyacente, especialmente porque parte del aumento observado en febrero parece que fue impulsado por factores temporales, como un clima inusualmente cálido y una marcada mejora en los plazos de entrega de los proveedores, probablemente relacionada en parte con la reciente reapertura de China», ha comentado el economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson.
De su lado, España fue la principal economía europea con un mayor índice, del 55,7, récord desde hace nueve meses. Después, Italia se anotó un 52,2, su mejor marca en nueve meses también.
Por su parte, Francia registró un 51,7 y Alemania, un 50,7. Las dos locomotoras europeas obtuvieron su mejor nota en siete y ocho meses, respectivamente.