Se sustituirán 230 metros lineales de red de la calle Trille, entre la Avenida Ana de Viya y la calle García Carrera, con una inversión de 32.220 euros
La empresa municipal Aguas de Cádiz va a volver a aprovechar las obras del carril bici que ejecuta el Ayuntamiento de Cádiz para sustituir las tuberías de fibrocemento de la red de abastecimiento de agua por otras de fundición dúctil. En esta ocasión, se va a actuar en la calle Trille, más concretamente en el tramo comprendido entre la Avenida Ana de Viya y la calle García Carrera.
La obra, con una inversión de 32.220 euros, contempla, además de la sustitución de 230 metros lineales de red, la reposición de todos los elementos auxiliares: válvulas de corte, hidrantes, bocas de riego, acometidas domiciliarias, etc.
Como ya hiciera con el carril bici del Paseo Marítimo, Aguas de Cádiz aprovecha la ejecución de estas obras para eliminar las tuberías de fibrocemento y cumplir así con el acuerdo plenario que insta a la empresa municipal a sustituir, de manera sistemática, este tipo de tuberías aprovechando las obras de renovación urbana de calles y plazas que se realicen en la ciudad con el fin de aprovechar cualquier actuación en el viario público para instalar tuberías de otros materiales.
Las obras se están ejecutando en coordinación constante con la Junta de Andalucía, encargada de la construcción de este tramo del carril bici gracias al Acuerdo Marco de Colaboración entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento de Cádiz para el fomento de la bicicleta y su integración en la movilidad urbana de la ciudad.
En este sentido, la empresa municipal agradece la buena disposición mostrada por la Junta de Andalucía sobre todo porque la coordinación entre Aguas de Cádiz y los organismos que ejecutan tanto ésta como otras obras en el futuro es fundamental para evitar gastos innecesarios en pavimentación, así como excesivas o reiteradas molestias a los vecinos.
Por último, cabe destacar que, si bien el uso de fibrocemento está prohibido en nuevas construcciones, la legislación vigente establece que el uso de productos que lo contengan que ya están instalados o en servicio seguirán estando permitidos hasta su eliminación o fin de vida útil ya que no existe en la actualidad legislación nacional ni internacional que obligue a la retirada inmediata de este elemento en las conducciones de agua potable.