Una vez elaborado y remitido a la Junta de Andalucía el Plan de contingencia, el alcalde de Cádiz ha decretado el fin de la prohibición del baño en las playas desde mañana viernes 29 de mayo. El Ayuntamiento regulará el acceso a las playas para que haya espacio suficiente a fin de respetar la distancia recomendada entre personas
El Ayuntamiento de Cádiz regulará este verano con la Policía Local, Protección Civil Cádiz y distintos auxiliares el acceso a la playa de las personas usuarias para que tengan espacio suficiente para respetar la distancia recomendada entre personas por las autoridades sanitarias a fin de intentar evitar la propagación del coronavirus.
Así lo recoge el Plan de contingencia de las playas de Cádiz en el contexto de pandemia de la Covid-19 que, una vez elaborado y entregado a la Junta, el alcalde de Cádiz, José María González, ha decretado el fin de la prohibición del baño en las playas de la ciudad desde este viernes 29 de mayo. Es decir, desde mañana viernes estará permitido el baño. La temporada baja de playas, y los servicios que ello implica, se inicia el próximo 1 de junio.
En el plan se ha calculado el aforo máximo de La Caleta, Santa María del Mar, Victoria y Cortadura, las cuatro playas de la ciudad, dividiéndose la playa en tramos, en base a la concentración de personas en torno a los principales equipamientos y servicios.
Este cálculo arroja que la capacidad máxima de La Caleta en estas condiciones es de cerca de 2.600 personas; en Santa María del Mar asciende a 3.6400 personas; la playa Victoria se divide en cinco zonas que suman casi 21.700 personas de aforo total; y Cortadura unas 42.000 personas usuarias. En conjunto, las cuatro playas de la ciudad podrían acoger a la vez a 69.780 personas respetando la distancia recomendada para tratar de evitar el contagio por la Covid-19.
El control del aforo se efectuará, a través de la Policía Local, Protección Civil Cádiz y el grupo de 58 auxiliares contratados por la Junta de Andalucía. Cuando se alcance el 80% del aforo total permitido en alguna de las zonas, el jefe de turno de Policía Local ordenará que se curse aviso a través del servicio de megafonía a las personas presentes en las playas para que conozcan esta circunstancia, y se hará lo propio desde los canales de comunicación habilitados del Ayuntamiento de Cádiz.
Si pese a este control del acceso el aforo se supera, se cursará aviso de estas circunstancia a las personas usuarias de las playas y, llegado el caso y en una situación extrema, el plan contempla que las playas pudieran ser desalojadas.
Los menores de 14 años deberán bañarse acompañados de un adulto para que éste supervise el mantenimiento de la distancia física. Para el baño las personas usuarias de la playa pueden retirarse la mascarilla del rostro por el tiempo estrictamente necesario.
Queda prohibido el uso de colchonetas y útiles recreativos.
En la arena, el uso de mascarilla será obligatorio salvo casos excepcionales.
Los módulos de servicios tan sólo funcionarán como aseo, con uno por género. Quedan clausurados servicios de duchas, vestuarios y taquillas.
En las playas de la ciudad no se instalarán este año fuentes de agua potable, ni duchas, ni lavapiés al tratarse de superficies de contacto y alta frecuencia de uso, y cuyo uso genera una aglomeración significativa de personas usuarias.