El catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Granada José Luis Monereo ha asegurado este jueves que «la pandemia ha demostrado que el teletrabajo puede ser una herramienta muy útil, pues gracias a este se ha podido mantener un nivel de actividad económica y de empleo muy significativo, y muchos trabajadores han podido seguir en activo por un buen uso de la tecnología».
Así lo ha dicho durante el transcurso del Curso de Verano que codirige junto al catedrático de la Universidad de Málaga Francisco Vila en la Sede Tecnológica de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) bajo el título ‘Las relaciones laborales y de seguridad social ante los retos de las tecnologías emergentes’.
Este curso patrocinado por el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Málaga y la Asociación Española de Salud y Seguridad Social, plantea los retos que las nuevas tecnologías suponen en el entorno laboral. Con vocación de permanencia, esta formación presencial ha contado en esta edición con un total de 30 alumnos, que han cubierto todas las plazas disponibles.
En una entrevista con Europa Press, el director ha reafirmado la necesidad de garantizar legalmente los derechos del teletrabajador, conectándolos con los correspondientes estatutos, la Ley de Protección de Datos o el derecho a la intimidad, entre otros.
El experto ha explicado que el teletrabajador sigue estando subordinado a los poderes del empleador, por lo que «estos deben ser legítimos y el ejercicio regulado para que se respeten los derechos fundamentales». A lo que ha añadido que «el teletrabajador no tiene contacto directo con la empresa, por lo que es potencialmente más vulnerable».
En este sentido, el director ha recordado que, para alcanzar una mayor productividad, es necesario proteger al trabajador frente a las nuevas tecnologías, «porque estas son muy invasivas y hay que establecer mecanismo para usarlas adecuadamente y evitar que su uso sirva para eludir los derechos de los trabajadores».
Asimismo, Monereo ha resaltado el papel de las tecnologías emergentes en la gestión de la Seguridad Social. Según el experto, estas han permitido individualizar los servicios informáticos, garantizar la dignidad del trabajador y «controlar mejor las situaciones de fraude gracias al intercambio de datos mediante las plataformas con el Ministerio de Hacienda».
El experto, que ha asegurado que las nuevas tecnologías han producido un «impacto extraordinario que ha generado cierto desbordamiento en las instituciones y en el derecho del trabajo», ha distinguido tres grandes cambios: la transformación del empleo, con la desaparición de algunos puestos de trabajo y la aparición de otros; la llegada del teletrabajo y los avances producidos en la gestión de la Seguridad Social.
Finalmente, el catedrático ha llegado a la conclusión de que «las tecnologías son muy invasivas, y pueden ser malas o buenas en función de su uso». Por todo ello, desde el curso se apuesta por «una utilización correcta de estas, al servicio de una economía hecha para las personas» ha señalado.
El director ha añadido que «nuestro objetivo es ayudar a que el sistema de relaciones laborales sea democrático, civilizado y respetuoso», así como que se caracterice por un modelo de competitividad motivado por la innovación y la calidad del empleo, «no por la reducción a toda costa de los derechos laborales».
