Esta muestra, que estará abierta al público hasta el 24 de noviembre, está centrada en la estrecha vinculación entre la música y las artes plásticas que las cubiertas de los discos ponen de manifiesto
El Museo de Chiclana acoge hasta el próximo 24 de noviembre la exposición ‘La Música por los ojo. Arte y rock’. Así lo han anunciado la delegada municipal de Cultura, Susana Rivas; el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, y la persona que tuvo la idea, Paco López. Esta muestra será la primera entrega de una serie de exposiciones centradas en la estrecha vinculación entre la música y las artes plásticas que las cubiertas de los discos ponen de manifiesto.
Ahora casi se olvida que durante mucho tiempo la música circuló a través de soportes materiales, físicos, tangibles y visibles. Y que los discos, para reclamar la atención en los escaparates, vestían unas preciosas cubiertas en las que colaboraron diseñadores de primera y artistas plásticos de renombre. De esto va esta exposición que el Museo de Chiclana ahora ofrece.
En esta primera entrega, este modo de mirar la música con otros ojos arranca con el rock. Junto a obras fundamentales de la música rock nacionales y extranjeros, trabajos de artistas plásticos de primera talla. Así, a los nombres legendarios de Elton John, Rolling Stones, Jethro Tull, Rod Stewart, Imán, Triana o Miguel Ríos, se unen los nombres de los autores de ilustraciones de cubiertas de discos que todos tienen en la memoria como Peter Lloyd, Alan Aldrige, Guy Peellaert, Máximo Moreno, Carlos Creus o Julián Molero, entre otros.
‘La música por los ojos. Arte y Rock’ es un recorrido visual por grandes obras de la música a través de creaciones de grandes artistas plásticos, que convirtieron las portadas de esos discos en obras de arte. Mucha gente tiene en casa cuadros en las paredes, pero también hay otras obras de arte ocultas, quizás mejores que las que hay a la vista, a las que no se les da su importancia por formar parte de la portada de un disco. Con la llegada del CD, DVD y otros formatos, los discos de vinilo han pasado a peor vida, quedando abandonados en cualquier rincón de la casa, regalados o tirados al contenedor.