De esta forma, a través de una reintroducción controlada y monitoreada, se espera reducir la sobrepoblación de palomas de forma natural y sostenible, haciendo partícipe a toda la ciudadanía
El alcalde de la ciudad, José María Román; la primera teniente de alcalde, Ana González; los representantes del CD Cetrería por la Propagación de la Vida Salvaje, Manolo Valverde, Jorge Tortolero y Damián Mateo, y la bióloga chiclanera Rebeca Millán, han presentado el Proyecto Halcón. Se trata de una iniciativa que busca controlar la plaga de palomas en Chiclana mediante la cría y suelta vigilada del halcón peregrino brookei, un depredador autóctono. A través de una reintroducción controlada y monitoreada, se espera reducir la sobrepoblación de palomas de forma natural y sostenible. Este método evita el uso de soluciones invasivas y promueve el equilibrio ecológico. Además, fomenta la conservación de esta ave rapaz y su papel en el ecosistema urbano.
El proyecto comenzará con la crianza de pollos de halcón peregrino sin contacto con el ser humano, que serán colocados en cajas nido y que recibirán una vigilancia constante para poder apreciar los avances y problemas que puedan aparecer, haciendo que su supervivencia sea posible. Al principio serán alimentados por las personas que formen parte del voluntariado, hasta que sean capaces de hacerlo por ellos mismos. Además, el seguimiento será público, porque se colocarán cámaras dentro de los nidos y la ciudadanía podrá seguirlos mediante redes sociales, ya que es parte fundamental para lograr otro de los objetivos como es el de concienciar a la población de la importancia de esta especie. Las primeras cajas nido serán colocadas en zonas altas y alejadas del casco urbano para acercarlas poco a poco a dicho casco urbano. Además, se trata de un proyecto a largo plazo.
Así pues, los resultados que esperan obtenerse de este proyecto son la reducción progresiva de la población de palomas bravías y torcaces, la proyección ecológica y turística de Chiclana, una mayor concienciación y participación ciudadana, así como la evaluación científica y mejora de estrategias de control de plagas. Además, los beneficios esperados para Chiclana son el control natural y sostenible de las palomas, la restauración del equilibrio ecológico y el fomento de la biodiversidad, la sensibilización y la educación ambiental, el turismo ornitológico y la mejora de la imagen de la ciudad, así como la proyección científica y académica.