El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que desde el Ejecutivo central se descarta aplicar más medidas para evitar la nueva cepa británica más allá de la PCR negativa, porque «la única posibilidad sería cerrar como país».
Así se ha mostrado en una entrevista a ‘La Sexta’, recogida por Europa Press, donde también ha indicado que siguen con «toda la atención que merece» la identificación de casos de esta variación en Madrid y en Andalucía.
Así las cosas, Illa ha lamentado las colas en los laboratorios y ha mostrado su rechazo a las prácticas de algunos de aumentar los precios de las PCR en estas fechas. «Los comportamientos de aprovechamiento de situaciones como esta desgracia son comportamientos absolutamente lamentables», ha expresado, anunciando que, en caso de detectar prácticas de aprovechamiento de la situación, no descarta aplicar la legislación vigente.
«Hay una estrategia en España que está detectando entre 7 y 8 casos de cada 10, y la gente que requiere de una PCR puede realizarla de forma gratuita o privada si lo prefiere, pero los abusos no son tolerables», ha sentenciado.
Por otra parte, ha afirmado que, cuando le corresponda, se vacunará «sin vacilar», ya que la solución a la pandemia pasa por la vacunación, y «cuantos más y cuanto antes, mejor». «En principio, el criterio que estamos siguiendo es el de vacunarnos cuando nos corresponda, conforme el plan de vacunación», ha señalado.
En cuanto a sus sensaciones sobre el inicio de la campaña de vacunación este domingo, el ministro ha destacado que «fue un momento muy especial». «Me acordé del trabajo hecho por todo el personal sanitario, recordé el día en que en el interteritorial decidimos encargar un plan de vacunación, de la primera reunión al respecto, y de todas las personas que hubieran deseado tener esta vacuna antes y no pudieron», ha abundado.
«También me vino a la cabeza todo el esfuerzo combinado que se ha hecho entre la ciencia y la industria; la primera para descubrir vacunas eficaces y seguras, y la segunda para prodcirlas con rapidez», ha añadido. Asimismo, también ha destacado la importancia de «la dimensión europea» de la vacunación, ya que «sin Europa, esto no habría sido posible».
Así, el ministro ha aclarado que «no se va a controlar a las personas que no se vacunan», ya que es una vacuna voluntaria, aunque sí habrá un registro que se compartirá con otros socios europeos sobre las personas que, tras ser citadas, rechacen ser vacunadas, pero que «en ningún momento será un informe para ser público», sino que es un registro confidencial, «con el máximo respeto a la protección de datos y a la legislación española de protección de datos», ha detallado.
INCREMENTO DE CASOS Y CAMBIO DE TENDENCIA
Preguntado sobre la posible llegada de una tercera ola de la pandemia en los meses de enero o febrero, Illa ha señalado que «es un hecho que hay un incremento de casos y cambio de tendencia desde hace dos semanas», pero que las comunidades «están reaccionando y tomando medidas ante esta tendencia y están alerta. Así, también ha señalado que las fiestas navideñas «están siendo muy restictivas».
«Tenemos limitaciones a la movilidad muy importantes, exigencias a personas que vienen de países de riesgo, se han limitado mucho las reuniones, y además hay actividades desterradas o con limitaciones de horarios», ha afirmado, añadiendo que, si se cumplen estas medidas, es posible «derrotar la crecida de casos».
En este sentido, Illa ha descartado un confinamiento en caso de tercera ola, y apuesta por «tomar medidas de forma quirúrgica, tanto territorialmente como sectorialmente». Así, ha añadido que, si se aplica la estrategia nacional con la que se ha hecho frente a la segunda ola, «será suficiente».