La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible «ha mantenido su apuesta decidida» por garantizar la sanidad animal en la Comunidad Autónoma de Andalucía durante el estado de alarma declarado para luchar contra la propagación del Covid-19 y continúa con su labor con la adquisición de 3,5 millones de vacunas frente a los serotipos 1 y 4 del virus de la lengua azul que repartirá al sector con el fin de inmunizar a la cabaña bovina y ovina de la zona restringida para esta enfermedad.
Este área está compuesta por todas las comarcas ganaderas de las provincias de Cádiz, Córdoba y Málaga, y, en el caso de Granada y Jaén, las comarcas de Motril (Costa de Granada) y de Andújar (Sierra Morena/Campiña Jaén), respectivamente. Asimismo, según un comunicado, forman parte también de esta zona restringida las comarcas onubenses de Almonte (Entorno de Doñana), Cartaya (Costa Occidental), Cortegana (Sierra Occidental), La Palma del Condado (Condado de Huelva), Puebla de Guzmán (Andévalo Occidental) y Valverde del Camino (Andévalo Oriental); y las comarcas sevillanas de Cantillana (Vega de Sevilla), Carmona (Los Alcores), Écija (La Campiña), Lebrija (Las Marismas), Marchena (Serranía Sudoeste), Osuna (Campiña/Sierra Sur), Sanlúcar la Mayor (Poniente de Sevilla), así como los municipios de Sevilla y Utrera (Bajo Guadalquivir).
Actualmente, esta vacunación frente a la lengua azul es obligatoria para los ejemplares de ganado ovino y bovino de más de tres meses de edad que se encuentran en la zona restringida de Andalucía.
La Junta ha invertido 1,16 millones de euros en la adquisición de estas dosis de vacunas que se reparten en dos lotes separados por un período de alrededor de cuatro meses. El objetivo de esta división es mejorar el reparto y la conservación de los productos al evitar la saturación de las cámaras frigoríficas que podría registrarse si la entrega se realizara de una sola vez.
Para hacer llegar las vacunas al sector andaluz, la Consejería cuenta con la colaboración de las Oficinas Comarcales Agrarias y las Delegaciones Territoriales de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, que distribuirán las dosis, tanto a las ADSG, a través de sus veterinarios, como a los veterinarios responsables de las explotaciones que no pertenezcan a ninguna de estas agrupaciones.
La primera parte de las vacunas, que se corresponde casi con el 50% del total (1,74 millones de dosis) se reparte entre explotaciones de Cádiz (498.760 unidades), Córdoba (595.000 vacunas), Granada (8.740 dosis), Huelva (210.060 unidades), Jaén (17.460 vacunas), Málaga (161.940 dosis) y Sevilla (262.540 unidades).
Esta medida de actuación en favor de la salud de la cabaña ganadera es un ejemplo más de la apuesta de la Consejería por la colaboración público- privada, especialmente, en el ámbito rural. Si bien el Gobierno andaluz ha realizado la inversión necesaria para la compra de las dosis necesarias para lograr la inmunidad de la cabaña ganadera andaluza, la administración de las vacunas se realiza a través de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADSG), en el caso de las explotaciones pertenecientes a alguna de estas entidades, o de personal veterinario incluido en el respectivo directorio de estos profesionales.
Al respecto, el Departamento competente en materia de Ganadería de la Junta de Andalucía agradece el compromiso que ha mostrado y del que continúa haciendo gala todo el personal que trabaja en este sector, especialmente, en momentos de especiales complicaciones como la crisis sanitaria por Covid-19 en la que se encuentran inmersa la Comunidad Autónoma andaluza actualmente.
ACTUACIONES PARA GARANTIZAR LA SANIDAD ANIMAL
La Junta de Andalucía desarrolla de forma continuada un programa de medidas para garantizar la salud de la cabaña ganadera de la Comunidad Autónoma entre las que se encuentran acciones dirigidas a luchar contra los diferentes serotipos del virus de la lengua azul detectados en España en alguna ocasión. Para lograr este objetivo, la Consejería lleva a cabo programas de vigilancia y vacunación, además de controlar los movimientos de los animales sensibles a esta enfermedad.
La posibilidad de que se extienda la lengua azul por el territorio andaluz supone un grave riesgo sanitario que podría poner en peligro la viabilidad económica del sector ovino y bovino al provocar tanto la disminución de las producciones y la muerte de animales, como limitaciones en los movimientos del ganado desde las zonas restringidas hacia otros puntos del país o del extranjero. Sin embargo, la política de vacunación aplicada con el decidido apoyo de la Junta ha permitido que la actual situación epidemiológica sea muy favorable.