La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado una actualización de su Estrategia frente al nuevo coronavirus en la que recomienda a los países que plantean realizar una desescalada de las medidas impuestas para luchar contra el virus, que entre cada fase haya un periodo de dos semanas para indentificar eficazmente el riesgo de nuevos brotes y responder a los mismos de forma adecuada.
En este sentido, el organismo de Naciones Unidas ha recordado que las decisiones sobre cuándo y cómo empezar a tomar iniciativas para volver a la vida normal deben estar basadas en la evidencia y, además, deben sustentarse en datos en tiempo real sobre las pruebas de detección de casos sospechosos de Covid-19, el aislamiento eficaz de los confirmados, el seguimiento de los contactos que hayan tenido y la capacidad de los sistemas sanitarios para atender a los pacientes.
«Para reducir el riesgo de nuevos brotes, las medidas deben ser levantadas de forma gradual y escalonada, basándose en la evaluación de los riesgos epidemiológicos y en los beneficios socioeconómicos que haber en los diferentes lugares de trabajo, centros educativos, instituciones o actividades sociales», ha señalado la OMS en el informe.
Además, ha subrayado la importancia de que se realicen pruebas serológicas, cuando se obtengan datos fiables de los ensayos clínicos, con el fin de comprobar la susceptibilidad que tiene la población al nuevo coronavirus.
Del mismo modo, la OMS ha recomendado que en las zonas en las que hay una baja transmisión también se lleven a cabo medidas adaptadas a la población, especialmente la más vulnerable como, por ejemplo, los refugiados, repatriados o inmigrantes. «A medida que los gobiernos nacionales actúan de forma rápida para proteger a sus poblaciones más vulnerables, es esencial que la comunidad internacional se solidarice para proteger a estas poblaciones», ha avisado el organismo.
Así, la OMS ha insistido en que todos los países deben tener información en tiempo real sobre la evolución de la epidemiología; el acceso a los materiales sanitarios esenciales, orientaciones técnicas y prácticas; acceso de emergencia a recursos de profesiones sanitarios; acceso equitativo a las vacunas, tratamientos, diagnósticos y equipos de protección individual.
«Se necesita dar una especial atención y apoyo a los países con escasos recursos y con entornos humanitarios mal equipados para hacer frente al Covid-19, ya que sus débiles sistemas sanitarios y laborales dependen, en gran medida, del apoyo de donantes, socios de las Naciones Unidas y ONGs», ha enfatizado la OMS.
Finalmente, y tras recordar que las principales medidas de contención del virus se basan en la higiene de manos y en el distanciamiento social, el organismo ha asegurado que la pandemia del coronavirus ha brindado al oportunidad de fortalecer los sistemas sanitarios y de mejorar la coordinación global para luchar contra una futura amenaza sanitaria.
«A medida que nos centramos en la respuesta inmediata a la crisis del Covid-19, es necesario tener en cuenta la amplitud y profundidad de las consecuencias que va a tener a nivel mundial. Debemos aprender las lecciones que nos da esta pandemia para que el mundo del futuro sea un lugar más seguro», ha zanjado la OMS.