La familia de Álvaro Aguirre Presa, el patrón asturiano de barco desaparecido junto a otras dos personas a bordo de un velero después de partir del puerto de Palma de Mallorca el pasado 5 de enero, reconoce estar viviendo con impotencia todo lo relativo al suceso y afirma sentirse desprotegidos por las autoridades.
«No le deseo a nadie lo que estoy viviendo», ha reconocido el hijo del desaparecido, Alvaro Aguirre Arroyo, que no comprende las razones por las que nadie está poniendo medios para buscarles. Su padre tiene 67 años.
De hecho, los peores temores de Aguirre Arroyo, están relacionados con que los desaparecidos hayan tenido algún tipo de contratiempo relacionado con el temporal en los días en los que iban a zarpar. Todo ello a pesar de que su padre es un experto profesional marítimo. En Gijón, ha explicado, participó durante años en labores de Salvamento Marítimo.
El tiempo que ha transcurrido hace que, en caso de accidente, su vida pueda estar en peligro sin que nadie les esté buscando. «Con ese tiempo se les ha podido partir un palo, les ha podido dar la vuelta al barco, quedarse sin timón o quedarse sin contáiner…», ha dicho. El sistema de radiobaliza podría no haber funcionado, dado que es legal que esté en el interior del barco, ha explicado.
Los días transcurridos si estuvieran con vida en el barco a la deriva harían que esos hombres tuvieran ya escasez de agua y tendrían ya que recurrir al agua de los tanques. Eso en el mejor de los casos, porque si estuvieran en una balsa salvavidas, las probabilidades de hipotermia serían altísimas a día de hoy.
A la tortura de pensar en todas esas posibilidades, Álvaro Aguirre Arroyo, que también es profesional de la mar, se unen la falta de interés que está viendo a la hora de descubrir qué ha pasado con su padre.
El hijo del patrón asturiano, ha explicado que volvió a las Islas Baleares, donde reside, el día 7 de enero. Solía hablar con su padre y reconoce que se preocupó por no tener noticias suyas. Tras enterarse de que su padre había alquilado un barco con dos amigos, Antonio y Fernando, y que habían zarpado, con ese condicionante del temporal, la preocupación fue creciendo con los días porque no tenía ninguna noticia suya.
A pesar de que sabía que su padre tiene 45 años de experiencia en el mar, con muchas millas acumuladas, decidió acudir a la Guardia Civil a poner una denuncia por su desaparición el pasado día 11 de enero. Según Álvaro Aguirre, la actuación de la Benemérita se limitó a comprobar que el patrón había llegado a Palma y que no había cogido ningún vuelo.
«En ese momento, enviaron la denuncia a la Guardia Civil de Ibiza, y desde aquí la reenviaron a Alicante, explicando que es donde residía mi padre», ha explicado. Sin embargo, en la Comisaría Norte de Alicante habrían dicho que allí no tenían medios para buscar y reenviaron la denuncia a la UDEF, según el hijo del desaparecido. «La última noticia que tengo es que ayer le ha vuelto a llegar la denuncia a la Guardia Civil de Palma», ha añadido.
También le extraña la parte que tiene que ver con Salvamente Marítimo. Afirma que desde este organismo le afirmaron que habían emitido un aviso para que estuvieran pendientes en puertos de otros países, como Italia. Sin embargo, Álvaro Aguirre Arroyo afirma que tiene conocidos en puertos italianos que se lo han desmentido . «Cuando he pedido explicaciones a Salvamento Marítimo no me las han dado», ha lamentado.
La familia y todos los conocidos del patrón, en vista de las circunstancias, han decidido también ser muy activos en redes sociales e incluso están recogiendo firmas a través de una plataforma para que el Gobierno se implique y busque a los desaparecidos. «Nadie está saliendo a buscarlos», ha criticado el hijo del patrón desaparecido.
«¿Por qué no han comprobado las cuentas bancarias de mi padre por si ha llegado a tierra y ha podido sacar dinero o le han obligado a hacerlo? ¿Por qué no han comprobado los números de teléfono móvil? ¿Por qué no han analizado el ordenador personal de mi padre para analizar sus emails? ¿Por qué no revisan las cámaras del hotel en Palma? ¿Por qué no hay una avioneta buscándolos?», son algunas de las preguntas que se plantea Álvaro Aguirre Arroyo.
A todas esas incertidumbres, añade la «falta de tacto» del armador del barco, el que se los alquiló. «¿Por qué tiene tanta certeza de que el barco va a desaparecer? ¿Por qué ha denunciado que el barco ha sido robado, cuando ninguno de los que allí iba necesitaba hacer algo así?…», añade.