El cantaor catalán cautiva a la tierra del flamenco con «Poema del Cante Jondo» y un homenaje a Lorca
El flamenco volvió a vibrar con fuerza en Jerez de la Frontera gracias al magistral concierto de Miguel Poveda en el marco del Tío Pepe Festival. El cantaor catalán, uno de los grandes referentes del panorama actual, ofreció una actuación memorable en la que «Poema del Cante Jondo», su último trabajo discográfico, ocupó el centro del escenario.
Acompañado por el virtuoso guitarrista Jesús Guerrero, Poveda embarcó al público en un viaje a través de los palos más emblemáticos del flamenco, desde la caña y los verdiales hasta las bulerías y las seguiriyas. La noche estuvo marcada por la profunda conexión del artista con las letras de Federico García Lorca, a las que dio vida con su voz inconfundible y su sensibilidad única.
Poveda, que siempre ha mantenido una estrecha relación con Jerez y su cuna flamenca, no dudó en expresar su emoción por volver a pisar estas tierras. «Jerez aprieta un poco más el estómago«, afirmó el cantaor, «y a la vez, siento un plus más de cariño» en esta ciudad que le ha visto crecer como artista.
El homenaje a Federico García Lorca fue una constante a lo largo de la noche. Poveda interpretó con maestría algunas de las piezas más conocidas del «Poema del Cante Jondo«, como «Baladilla de los tres ríos«, «La Soleá» y «Retrato de Silverio«, arrancando ovaciones y vítores del público.
Un final apoteósico con Manuel Monje y Joan Albert Amargós
La noche deparó momentos aún más especiales con la presencia de artistas invitados de excepción. Manuel Monje, un joven cantaor jerezano con un talento descomunal, cautivó a sus paisanos con su voz prodigiosa y su duende innato. Joan Albert Amargós, virtuoso del piano, acompañó a Poveda en la interpretación de algunas de sus coplas más conocidas, como «Coplas del querer» y «Ojos Verdes«.
El concierto finalizó con una reivindicación a la paz y al amor, con Poveda interpretando «Mi amigo» de Bambino y Miguel Vargas. Un broche de oro para una noche inolvidable en la que Miguel Poveda volvió a demostrar su condición de maestro del flamenco.
Un público entregado y un artista en estado de gracia
El público jerezano, entregado al artista desde el principio, no dejó de corear sus canciones y pedirle más. Poveda, incansable, respondió a su entrega con un derroche de energía y pasión.
Miguel Poveda ha vuelto a demostrar por qué es uno de los artistas más queridos y respetados del flamenco. Su concierto en el Tío Pepe Festival ha sido una experiencia única que ha quedado grabada en la memoria de todos los asistentes.