La Guardia Civil ha alertado en un documento interno con carácter confidencial de la posibilidad de que se desarrollen «de manera puntual» protestas, disturbios o sabotajes tras iniciarse la fase de desescalada hacia la nueva normalidad dentro del estado de alarma decretado el 14 de marzo en prevención de la pandemia de coronavirus.
En la orden de servicio adelantada por ‘El Periódico’ y a la que ha tenido acceso Europa Press se menciona posibles protestas «por motivaciones políticas o de corte separatista», así como «contra infraestructuras críticas o edificios vinculados con los diferentes partidos políticos».
Aunque prevé que la población siga «aceptando las restricciones impuestas», la Guardia Civil apunta a que «de manera puntual» pueden aparecer «algunas protestas o disturbios que alteren la tranquilidad social o incluso actos de sabotaje».
De esta forma, se enumera una serie de escenarios de protestas que incluye una mención a las organizadas «por motivaciones políticas o de corte separatista», y se menciona «actos de sabotaje contra infraestructuras críticas o edificios vinculados con los diferentes partidos políticos».
También se habla de protestas en zonas más deprimidas económicamente, de afectados por ERTE o despidos, de los que se sienten «marginados» por las medidas asimétricas de desescalada, así como la ocupación de viviendas de manera ilegal.
El documento se titula Orden de Servicio 21/2020 DELTA-PAPA sobre «actuación de la Guardia Civil en el marco del Plan de Transición hacia una nueva normalidad». Fuentes oficiales de la Guardia Civil han subrayado que este tipo de órdenes de servicio son habituales para abordar diferentes escenarios de evolución de la crisis sanitaria, al objeto de reorganizar los dispositivos de seguridad, si es necesario.
Un portavoz del Ministerio del Interior ha añadido que es un documento interno de la Guardia Civil que no ha sido remitido al departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
«Hasta este momento», señala la orden de servicio, «se ha constatado en la población un comportamiento generalizado de aceptación de las restricciones impuestas, siendo probable que esta sea la tónica que se siga a lo largo de todo el proceso hacia la nueva normalidad».
No obstante, añade que no se puede descartar que se incremente la delincuencia por robos en vivienda o instalaciones agrícolas, así como los delitos hacia colectivos vulnerables como mayores, menores o víctimas de violencia de género.