El Museo de la Piel de Ubrique exhibe hasta final de mes parte del legado que dejó Manuel Cabello en lo que a la marroquinería se refiere. Unas 400 piezas de las 1.500 aproximadamente donde encontramos artículos de todo tipo y que van desde las tradicionales petacas, carteras hasta incluso sombreros o baúles. La exposición incluye también vestimentas típicas de los marroquineros de antaño y dispone de una réplica casi exacta del despacho de Manuel Cabello.
Se trata de uno de los sueños que tenía el que fuera maestro tanto en el ámbito de la educación como de la marroquinería. Y es que Manuel Cabello fue un visionario en el sentido de que ya tuvo la idea de crear un Museo de la Piel, idea que años más tarde retomó Maribel Lobato y se hizo realidad.
La exposición tiene un valor incalculable tanto en el plano sentimental como en el económico ya que recoge piezas únicas que no se van a encontrar en otro sitio y que datan, algunas de ellas, de principios del siglo XVIII. La familia se muestra orgullosa de que tanto vecinos de Ubrique como los numerosos turistas que visitan el Museo de la Piel puedan impregnarse de esta fantástica recopilación. No obstante, quien lo conoció y lo disfrutó cree que estaría feliz aunque su ambición le hubiera llevado un poco más allá.
Cuando se cumplen 19 años de su fallecimiento, en el municipio se ha retomado la petición de ponerle su nombre a una calle de Ubrique. Incluso hay una propuesta de una calle concreta, que sería en la que se ubica el CEIP Reina Sofía, último centro en el que impartió clases. En esta ocasión y con el actual pleno municipal, sí que parece que la idea llegará a buen puerto y Ubrique devolverá parte de lo que le dio uno de sus vecinos más ilustres.
