La maestra del Equipo de Atención Educativa de la ONCE en Cádiz, Cristina Mateos, ha ideado una forma de motivar a sus alumnos, niños ciegos o con discapacidad visual grave, a través de la lectura de un cuento durante los días de confinamiento. Así, Maestro ha decidido grabar un relato corto diario a sus alumnos, bajo el lema ‘Déjame que te cuente’, con la intención de «levantar los ánimos e intentar de cambiar el mundo».
Cristina Mateos es una de las 26 profesionales de la ONCE que atienden a los 257 alumnos ciegos o con discapacidad visual grave que hay en Cádiz y forma parte de uno de los cuatro equipos educativos que la Organización tiene en la provincia, según ha explicado la ONCE en una nota. En concreto, trabaja con bebés y niños de hasta 13 años, en su mayoría en Cádiz capital.
Le encanta leer y como en su vida diaria no tiene demasiado tiempo para la lectura, el encierro domiciliario le está permitiendo dedicarse a una de sus grandes pasiones. «Con esto del confinamiento estoy aprovechando muchísimo para viajar, vivir nuevas aventuras y mirar a la vida con otros ojos. Y todo sin salir de casa, porque no hace falta moverse del sillón, basta con abrir un libro», ha explicado la profesora.
Mateos se declara fan del novelista Eloy Moreno, autor de grandes novelas como ‘El Regalo’ o ‘Invisible’, al que sigue desde sus inicios, pero siempre vuelve a sus cuentos para entender el mundo. «No me importa coger el primero, el segundo o el tercero… ¡todos me fascinan!», ha relatado.
Hace unas semanas, Eloy Moreno publicó un libro gratuito de forma que cualquier persona que tuviera un dispositivo móvil conectado a internet pudiera descargárselo, ‘Cuentos para quedarse en casa’. A la maestra gaditana le pareció una iniciativa fabulosa.
«Eso es lo que hice, lo descargué y como siempre, se lo conté a todo el mundo y pensé que se lo podía decir también a mis alumnos, que si todos podían descargarlo, todos podrían leerlos», ha señalado.
Sin embargo, ha resaltado que «lo leerían a través de un dispositivo de texto y no es lo mismo». «Por muy bien que lo haga no le da entonación, ni sentimiento a la lectura. Así se me ocurrió la idea», ha apuntado.
La idea pasaba por leerles ella los cuentos con una música de fondo y una introducción, darle cuerpo para despertar el interés de sus alumnos. Una vez superadas las dificultades técnicas, y aprendido cómo es el proceso de edición, Mateos inicia una nota de voz en un grupo que ha creado consigo misma hasta elegir la versión que da por buena. Comienza a leer un poco nerviosa, pero al final «queda bonito», ha reconocido orgullosa.
«El primero de los cuentos lo grabé tres veces y fueron pocas la verdad. Cuando consideré que estaba listo se lo mandé a mis padres, a mis hermanos y a mis tíos a ver qué decían, y luego a mis sobrinos y al grupo del trabajo», ha explicado asegurando que como «les gustó», decidió que «había llegado el momento de mandarlo a los alumnos».
Cristina Mateos envía el cuento de cada noche a su grupo de WhatsApp desde su domicilio en Rota, con unas mínimas adaptaciones a los textos de Eloy Moreno.
Lo envía diariamente a las 21,00 horas y lo hace así «para contrarrestar el pesar que generan estos días las noticias en las vidas de los ciudadanos», y «para seguir las instrucciones del autor, que considera que al leer un cuento justo antes de acostarse el lector u oyente tiene toda la noche para pensar en él y todo el día siguiente por delante para intentar cambiar el mundo».
De momento, no entra en sus planes que su iniciativa pueda hacerse viral, aunque las redes sociales han empezado ya a compartir sus lecturas, comenzando por el Facebook de ONCE Andalucía, que lleva cada noche su voz a sus 11.500 seguidores.
«Estoy encantada porque ahora, cada noche, mis alumnos y alumnas, sus familias, mi familia y mis amigos esperan recibir ese mensaje en el que les narro un cuento antes de irse a dormir», ha concluido.