Con la entrada de las máquinas se pone fin a dos edificios emblemáticos pero también a un foco de peligro, ya que el abandono de estas instalaciones había convertido la zona en un lugar inseguro e insalubre.
Sin embargo, con esta actuación, como recuerda el teniente de alcalde de Urbanismo, Ángel Quintana, «se da el primer paso para adecentar y poner en valor la zona, porque su demolición va a permitir la recuperación de este emblemático enclave que estaba siendo objeto de saqueo y actos vandálicos».
De igual forma, tras congratularse por el inicio de estos trabajos, el responsable de Urbanismo cree que esta demolición abre la puerta a nuevos planes municipales para esta zona, «lo que siempre ha sido una prioridad de este Gobierno para recuperar la ciudad que El Puerto fue»
La licencia para la demolición se aprobó tras la solicitud presentada por la empresa propietaria del edificio, a la que se había requerido en diversas ocasiones el adecentamiento, limpieza y cierre de los huecos de las construcciones ante el riesgo de insalubridad y peligro que presentaban los edificios.