Un proceso que se está haciendo con fuertes medidas de seguridad, cumpliendo así con las normas establecidas por las autoridades sanitarias para garantizar la salud de empleados y clientes.
Un reencuentro con los clientes que se está produciendo de manera gradual, especialmente en el sector del comercio, al que ha perjudicado la cancelación de eventos como la feria, comuniones y bodas y la consiguiente pérdida de posibles ventas. Por su parte, la hostelería se ha visto beneficiada con la apertura al público desde hoy de las barras de los establecimientos.
En lo que sí coinciden comerciantes y hosteleros es en destacar la implicación del público a la hora de respetar las normas de seguridad e higiene.
Un esfuerzo conjunto necesario para conseguir que dos de los sectores fundamentales de la economía chiclanera puedan seguir adelante, generando empleo y riqueza para la ciudad.