La empresa Holcim (LafargeHolcim) en Jerez de la Frontera (Cádiz) ha comunicado a sus empleados la intención de comenzar un periodo de consultas en el «marco de un despido colectivo». Según ha explicado, la compañía pretende así iniciar el proceso de conversión de su fábrica de cemento en una estación de molienda, «desde donde se continuaría atendiendo al mercado de la región».
Según ha señalado la empresa en una nota, la transformación es considerada como «imprescindible para su futuro». Asimismo, ha indicado que este proyecto, «basado en una lógica de reorganización y ajuste industrial por causas productivas y organizativas, viene a raíz esencialmente de un exceso de capacidad industrial, junto con la caída de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, y la reducción de las asignaciones de derechos de emisión de CO2 conforme a la nueva normativa europea».
La compañía ha señalado que una vez comunicado a los empleados la intención, inicia las negociaciones en el marco de un proceso de despido colectivo en su fábrica de Jerez.
Finalmente, Isidoro Miranda, director general de LafargeHolcim en España, ha incidido en la «voluntad de la compañía de trabajar con los interlocutores sociales para llegar a un acuerdo que permita la continuidad de la actividad en la localidad de Jerez».
SINDICATOS RECHAZAN LA MEDIDA
Por su parte, el sindicato CCOO ha manifestado su rechazo al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) Extintiv, señalando que entre plantilla, empresas auxiliares y empleos indirectos, «podría afectar en total a más de 200 puestos de trabajo».
Según el sindicato, la fábrica jerezana «está a pleno rendimiento tanto de fabricación como de venta, como demuestra que tanto la empresa matriz como las auxiliares han aumentado el número de contrataciones en los últimos meses, incluso teniendo que realizar horas extras gran parte de la plantilla para poder sacar el trabajo hacia delante».
«Muchos de los operarios manifiestan que hacía años que no se veía un volumen de actividad así en la fábrica y que temen que con esta maniobra la empresa pretenda traer parte del material que se elabora actualmente en la fábrica de países del tercer mundo», ha añadido.
A juicio de CCOO, «tanto la situación actual como la futura no fundamentan una decisión tan drástica, y de existir algún problema coyuntural se podrían y pueden adoptar otras medidas de índole temporal que contempla la legislación laboral».
«Entendemos que este ERE se trata de una maniobra de la empresa, que amparándose en el clima actual originado por la pandemia, quiere aprovechar para despedir a parte de la plantilla y de forma más barata», ha concluido el sindicato.