El alcalde presenta el borrador del documento, que inicia su tramitación, y confía en que “nunca deba utilizarse porque eso significaría que no habría ningún tsunami o maremoto en nuestro litoral”
Diego Benítez Mota insiste en que “se trata de un documento de trabajo” y aclara que “no debemos alarmarnos porque no va a ser algo inminente”
El alcalde de Chiclana, acompañado del delegado municipal de Policía Local y Protección Civil, José Manuel Vera; del coordinador del Plan de Emergencias Municipal, Diego Benítez Mota; del coordinador de Protección Civil, Rafael Calvente; y del responsable del servicio de salvamento y socorrismo de Cruz Roja, José Antonio Rodríguez Santana, ha presentado el borrador del Plan de Contingencia Municipal frente a maremotos, vientos y oleajes, a través del cual se debe actuar para atender unas hipotéticas situaciones de emergencias que se pudieran producir como consecuencias de un posible maremoto, posibilitando la coordinación y dirección de los servicios, medios y recursos intervinientes, optimizar los procedimientos de prevención, protección, intervención y rehabilitación, la mejor integración de los planes de emergencias, garantizar la conexión con los procedimientos y planificación de ámbito superior y fomentar la cultura de la seguridad mediante la acción pedagógica de la autoprotección.
“El riesgo existente es mínimo, pero puede ocurrir cualquier día, por lo que incorporamos este documento al Plan de Emergencias Municipal e iniciamos su tramitación administrativa”, ha expresado el alcalde, quien ha resaltado que “estamos preparando el futuro y para ello estamos elaborando distintos documentos de planificación como el Plan de Sequía, el Plan de Tráfico, el Plan General, el Plan de Turismo Sostenible, el Plan de Vivienda, el Plan de Empleo y Economía Social, Plan Director de Digitalización y Smart City o el Plan de Eficiencia Energética, sin olvidar el Plan de Familia e Infancia, el Plan Local de Salud o el tercer Plan de Igualdad”.
El riesgo existente es mínimo, pero puede ocurrir cualquier día
En este sentido, José María Román ha destacado que “este nuevo documento esperemos que nunca se tenga que usar porque eso significa que no llegaría un maremoto. A partir de ahí, en caso de que fuera necesario, estamos preparados y serían los servicios de emergencia los encargados de informar a la ciudadanía sobre qué debe hacerse en ese momento”. “Afortunadamente, en Chiclana contamos con un grupo importante formado por Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local y Guardia Civil, que trabaja de forma coordinada y con entendimiento para dar respuesta a los sucesos”, ha expresado.
Por su parte, Diego Benítez Mota ha indicado que “este documento pretende ser una respuesta local a una contingencia que hipotética pudiera ocurrir”. “No obstante, no pretendemos alarmar a nadie y simplemente es un documento de trabajo para dar respuesta ante una hipotética inundación, gran ola o fuertes vientos”, ha aclarado el coordinador del Plan de Emergencias Municipal, quien ha insistido en que “Chiclana, por su orografía, tiene la ventaja de contar con una serie de colinas donde pudiera desplazarse la ciudadanía y no pasaría nada”.
“Cuando hablamos de estos temas, la gente se alarma y cree que puede ser un asunto inminente, pero no lo va a ser. Además, contamos con medios técnicos que también nos ayudan para actuar al respecto”, ha manifestado Diego Benítez Mota, quien ha incidido en que “no debemos alarmarnos porque solo es un documento de trabajo al servicio de las personas de Chiclana”.
Riesgo bajo
Hay que destacar que los maremotos se clasifican por su intensidad, en función de la escala Sieberg-Ambrasey. De esta forma, se pasa de un maremoto muy ligero (con ola tan débil que solo es perceptible por mareógrafos), a ligero, bastante fuerte, fuerte, muy fuerte y desastroso (que supone una destrucción completa o parcial de construcciones hasta una cierta distancia de la playa, con inundación de las costas hasta gran altura y fuertes daños en barcos grandes, árboles arrancados o rotos y víctimas).
Por otro lado, indicar que los riesgos más recurrentes que afectan al litoral de Chiclana son los provocados por los fuertes vientos costeros en forma de vendaval. Por tanto, debido a la situación geográfica de su costa, a su formación orográfica, a su orientación y al riesgo histórico, se ha de contemplar la posibilidad de la ocurrencia de fuertes oleajes de procedencia sísmica. En este sentido, Chiclana cuenta con un índice de riesgo de 10 en una escala de 0 a 28, por lo que es riesgo medio, siendo la zona portuaria de Sancti Petri y La Barrosa donde el riesgo es mayor.
Por su parte, el riesgo sísmico y de inundaciones en el litoral como consecuencia de un maremoto alcanza los 7 puntos sobre 28, por lo que hablamos de un riesgo bajo, pese a que, según el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de maremotos aprobado el 18 de mayo de 2021, indica que la costa occidental de la provincia de Cádiz es una zona con alta probabilidad de ocurrencia de sucesos sísmicos de origen oceánico. En este sentido, hay que resaltar que no ha existido constancia en la zona de un solo maremoto, de magnitud considerable, en los últimos 30 años.
Así, en caso de maremoto, se activaría el servicio de emergencias para el aviso a la ciudadanía a través de los medios oficiales del Ayuntamiento y la radio municipal, así como televisiones, para que se desplace hasta zonas altas, tanto del casco urbano (Fuente Amarga, Santa Ana, Plaza Mayor, El Castillo) como lital (Cerromolino o Torre del Puerco), o bien en edificios sólidos con una altura de más de 15 metros (más de tres pisos).