El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado este viernes el «fanatismo, el odio y la violencia» tras el atentado que se produjo el pasado jueves en Algeciras, donde un marroquí asesinó a machetazos al sacristán de una iglesia de la localidad, y ha querido recordar que España es un país «abierto y tolerante».
Así lo ha afirmado durante una visita, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, a la base logística del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria.
Allí, Pedro Sánchez ha querido rechazar «con total rotundidad el fanatismo el odio y la violencia» y ha querido recordar que España representa hoy un «país abierto, tolerante cuyos principios están recogidos en la Constitución».
Por eso, ha apuntado que «cualquier agresión» va a contar con la misma respuesta de la sociedad española «que no es otra que el rechazo a esa violencia, el de la unidad, la tolerancia y el de nuestra alineación total y rotunda con los valores que se enmarcan en nuestra Constitución».