El consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, ha subrayado que las plantas de la compañía en Alemania tienen unos costes que son el doble que los del resto de factorías que posee el Grupo PSA en otros países.
Lohscheller hizo dichas declaraciones a sus empleados en el marco de negociación que mantiene la empresa con los sindicatos para alcanzar un acuerdo que garantice la eficiencia de las factorías de la firma en Alemania a cambio de inversiones.
Está en juego el futuro de la planta de Opel en Eisenach (Alemania), que emplea a 1.800 personas. Los representantes sindicales rechazaron a principios de esta semana las concesiones salariales exigidas por PSA.
Las instalaciones alemanas de Opel han sido excluidas hasta ahora de los planes de inversión del consorcio automovilístico francés. Además, la compañía exige que los trabajadores de la firma en Alemania renuncien a la paga extra de Navidad y a otros beneficios para ayudar a aumentar la eficiencia de la planta.
Por su parte, el sindicato alemán IG Metall subraya que los objetivos de costes de PSA por vehículo no pueden cumplirse sin que la administración haga concesiones salariales, y exige que la dirección de Opel cumpla su promesa de asignar más producción a la planta de Eisenach.
La revista ‘Spiegel’, citando a fuentes de IG Metall, informó de que Opel necesitaría reducir su plantilla en dicha planta a 1.000 trabajadores, en caso de que se implementen los planes de producción actuales y no se agreguen nuevos modelos a la línea de producción.
El Grupo PSA cerró el año pasado un acuerdo con el consorcio estadounidense General Motors para la compra de las marcas Opel/Vauxhall y de las operaciones en Europa de su filial financiera GM Financial por un importe de 2.200 millones de euros.