La ONG Manos Unidas ha alertado de que la crisis climática está amplificando la frecuencia y la gravedad de las catástrofes relacionadas con el agua como las vividas en Río Grande del Sur (Brasil), India y Kenia, lo que plantea una «seria amenaza» para comunidades de todo el planeta.
«Los cientos de miles de personas afectadas por estos desastres pertenecen a los sectores más vulnerables de la población que, a su vez, son quienes más sufren las consecuencias de la crisis climática y los que menos recursos tienen para hacerle frente», ha denunciado la organización.
Así, ha recordado que las intensas precipitaciones en el río de Río Grande del Sur a principios de mayo provocaron cientos de muertes, desaparecidos y pérdidas millonarias. Desde entonces, cerca de 80.000 personas permanecen en refugios.
En este marco, la coordinadora nacional de pedagogía del socio local de Manos Unidas Fe y Alegría, María Ángeles Riserio, ha afirmado que Brasil está viviendo una «tragedia causada precisamente por el cambio climático y el desprecio de los códigos medioambientales debido a intereses puramente empresariales».
Por su parte, Luis Ventura, parte del Consejo Indígena Misionero de Brasil (CIMI), alerta de la extrema gravedad de la situación en la zona y ha recalcado que «de 487 municipios de Río Grande del Sur, 460 han sido afectados». Además, ha indicado que «más de 80 comunidades indígenas» han resultado afectadas.
«Desde el CIMI se articula desde el primer día ayuda de emergencia junto a organizaciones indígenas locales y otros aliados», ha explicado. «Muchas de las comunidades van a tener que reconstruir sus comunidades en otros lugares, lo que se torna complicado porque la mayor parte de sus territorios no están demarcados y, los que están, fueron demarcados en territorios muy pequeños», ha lamentado.
HASTA 47ºC Y SUBIENDO EN LA INDIA
A su vez, Manos Unidas ha avisado de que la población india se enfrenta a un aumento «alarmante» de las temperaturas a la espera de la temporada de monzón que en los últimos años ha causado grandes inundaciones en muchos estados. En ese aspecto, el coordinador de Proyectos en Asia de Manos Unidas, Ramón Álvarez, ha alertado de que la ola de calor extrema está teniendo un impacto significativo en la agricultura del país, especialmente en la producción de trigo.
En medio de esta situación, varios estados están recomendando a su población que no salga de sus casas entre las 12:00 y las 16:00 para evitar las peores horas de calor. Sobre esto, Álvarez ha incidido en que esta medida afecta a los agricultores y jornaleros, que ahora solo pueden salir a sus campos hasta las 12:00, lo que reduce en unos casos su producción y en otros su jornal.
CERCA DE 300 FALLECIDOS EN KENIA POR LAS FUERTES LLUVIAS Por último, Manos Unidas ha detallado que más de 400.000 personas en Kenia se han visto afectadas por las fuertes lluvias, que han dejado cerca de 300 fallecidos, 10.000 cabezas de ganado muertas y daños en más de 16.000 hectáreas de tierras de cultivo, 1.967 colegios y unos sesenta centros de salud.
En esta situación, preocupan las enfermedades provocadas por el agua estancada como el cólera y la malaria. El director del Hospital Ruaraka Uhai Neema de Nairobi –socio local de Manos Unidas–, Gianfranco Morino, ha señalado que las zonas más afectadas sean los ‘slum’ de Nairobi, los asentamientos informales.
Allí está el centro hospitalario y en la zona desarrollan diversos proyectos junto a Manos Unidas, algunos de los que se han tenido que suspender. «Desafortunadamente, ya han traído víctimas fallecidas al hospital. Especialmente ha habido casos de niños/chicos que no sabían nadar y murieron sumergidos por las aguas», ha lamentado.
Una de las zonas más golpeadas ha sido Turkana, en el norte, donde está la misionera social de la Iglesia en la zona y socio local de la ONG, la hermana Soledad Villigua. Por su parte, la religiosa ha descrito que en estas últimas semanas las lluvias han desaparecido y el sol comienza a causar estragos en esta zona desértica.
«Tenemos que seguir trabajando para que nuestra rutina de vida no afecte a otros, tomando conciencia de que nuestro planeta necesita que paremos el consumo y pongamos freno a esos actos que tantas veces afectan a los que no los han provocado», ha pedido.