La asociación de la Guardia Civil Jucil ha alertado sobre la proliferación de redes de petaqueros en Andalucía, al albur del aumento del narcotráfico y ha señalado que Chiclana de la Frontera y el río Guadalete se han convertido en las ‘narcogasolineras’ de Cádiz
En una nota, Jucil ha indicado que este fenómeno está generando un «grave problema» en provincias como Cádiz y Huelva, donde estas embarcaciones «entran y salen del puerto con impunidad para proveer de combustible a las narcolanchas que permanecen en alta mar», para lo que utilizan tanto embarcaciones pequeñas como las propias embarcaciones semirrígidas de alta velocidad.
Jucil ha explicado que el desplazamiento de las rutas de droga desde Algeciras, debido a la presión policial, al resto de puertos de Cádiz y Huelva, así como al Guadalquivir en Sevilla, está detrás del incremento de esta actividad. «El problema va en aumento y se pueden avistar a cualquier hora del día y de la noche», ha afirmado el secretario general de Jucil, Ernesto Vilariño.
En este sentido, ha manifestado que «la falta de medios y personal de los que se dispone es conocido por los narcotraficantes y ante esta situación se desenvuelven con total descaro». «La alarma social es grande, porque no es difícil ver lo que está sucediendo y existe una brecha significativa en la legislación actual y a todas luces la legislación vigente es insuficiente para abordarlo con eficacia», ha añadido.
Ha explicado que uno de los escollos es que el transporte y almacenamiento de gasolina –en ciertas cantidades– no está tipificado todavía como delito, por lo que actualmente es difícil de demostrar que ese combustible esté destinado al suministro de narcolanchas.
Así, ha vuelto a reclamar un «plan de actuación contra el narcotráfico y la dotación de recursos y medios a la Guardia Civil para la ejecución de las funciones encomendadas en la vigilancia marítima», señalando que el Instituto Armado «cuenta en Andalucía con 19 embarcaciones, de las cuales sólo siete están operativas».