La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía «va a seguir recomendado» el uso de la mascarilla cuando haya «contacto directo con personas vulnerables» y también cuando se «tenga sintomatología respiratoria»
Así lo ha indicado en Baeza (Jaén) su titular, Catalina García, a preguntas de los periodistas tras la publicación este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del fin de la obligatoriedad de mascarilla en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias.
«Nosotros vamos a seguir recomendando que los andaluces se pongan las mascarillas cuando tengan un contacto directo con personas vulnerables, todos sabemos quiénes son, y también cuando una persona tenga sintomatología respiratoria, puede ser por el covid o por otra infección respiratoria, para no contagiar a esas personas vulnerables y a otras personas», ha afirmado.
En este sentido, ha apuntado que en los centros sanitarios de la comunidad «esa recomendación se va a tener en las urgencias hospitalarias, en los lugares donde hay inmunodeprimidos, por ejemplo, los hospitales de día de oncohematología o las plantas de infecciosos».
«Por supuesto, también recomendamos que esas mascarillas se sigan utilizando en las residencias, en los centros residenciales de Andalucía, porque las personas que viven en esos centros son personas muy vulnerables, lo hemos visto a lo largo de la pandemia», ha comentado.
En este sentido, la titular de Salud ha considerado que «lo que toca» es «esa responsabilidad individual» que la ciudadanía ha «ejercido muy bien durante muchos años» y que «ahora toca volver a ejercerla por respeto y seguridad con los que vivimos».
DÉFICIT DE PERSONAL
Por otro lado y también a preguntas de los periodistas, la consejera ha incidido en el déficit de personal sanitario. «Tenemos concentraciones porque los profesionales piden que se sustituyan a todos los profesionales y, por ejemplo, en la categoría de médicos sabemos todos que eso es imposible», ha dicho.
Al respecto, ha manifestado «a lo largo del año sufrimos cuando un médico se da de baja por enfermedad o tiene que tener su permiso», ya que «no se pueden sustituir por ese déficit de profesionales», que también se da en periodos vacacionales como el verano.
Ha asegurado que desde 2019, la Junta ha «hecho los deberes» y ha «aumentado el número de plazas MIR –médico interno residente–, en alguna de las categorías al cien por cien» de lo acreditado en plazas de formación. Se ha referido, por ejemplo, a especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria, Psiquiatría, Neurología, Medicina Interna, Cirugía Cardiaca, Cardiovascular, Vascular o intensivistas.
Por ello, ha reclamado al Gobierno «las mismas» dos cosas que vienen pidiendo «durante cinco años», empezando por «el aumento extraordinario de plazas MIR» para las especialidades con «un déficit importante», de modo que no se quede nadie que acabe en la universidad «fuera de poder especializarse».
«La segunda cosa que pedimos al Ministerio es la modificación de los criterios de acreditación o su flexibilización para poder acreditar más unidades de docencia. Nosotros no podemos aumentar ya esas plazas si no tenemos esos criterios de flexibilización de las unidades», ha declarado.