La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha vinculado su salida de la política a una «tormenta perfecta», que se planificó «en un despacho», y que tuvo que ver con «el interés económico de un empresario que quería recibir dinero y no lo recibió», con un «componente de venganza» por «levantar alfombras» y por que a personas les venía «muy bien» desgastarla.
En una entrevista concedida a ‘Telecinco’ y recogida por Europa Press, la exdirigente regional ha hecho hincapié en que había personas de su partido que se la tenían «jurada» desde que empezó a luchar contra la corrupción mientras que otros querían apartarla porque se la veía como «sucesora de Rajoy».
Además, Cifuentes ha puesto el foco en el «tratamiento» que le dieron desde algunos medios de comunicación, que, a su parecer, «no tiene precedentes en la historia de España». «A mi se me linchó», ha asegurado la expresidenta del PP de Madrid, tras recordar que «durante casi mes y medio» el caso máster ocupó radios, televisiones y prensa.
Sobre el máster, la exdirigente ha mantenido que ha dicho «la verdad en todo momento» y ha reconocido que parte de sus problemas judiciales los hubiera evitado si no hubiera renunciado al aforamiento, al entregar su acta de diputada de la Asamblea, ya que hubiera sido juzgada por el Tribunal Supremo.
Tomó la decisión de marcharse porque creía que era «lo mejor para el proyecto político» que ella defendía en ese momento. «Yo no me voy por el famoso vídeo de las cremas. Ya tenía la decisión tomada de renunciar varios días antes», ha desvelado.
«LAS CLOACAS DEL ESTADO»
Respecto al vídeo, que provocó su precipitada dimisión, ha contado que las cremas llegan a su bolso por «las mete» ellas pero que lo hizo «por equivocación» y «sin querer».
Se trata, según ha explicado, de un error que subsanó en ese momento y ha desgranado que no podía imaginar que había alguien que estaba grabándolo y que lo iban a guardar para utilizarlo «cuando conviniera previo intento de extorsión».
«Me resulta difícil hablar de esto es algo de lo que no me siento orgullosa en absoluta, al contrario. Jamás voy a defender que alguien se lleve algo de una tienda pero es que objetivamente yo no me di cuenta», ha sostenido. En este sentido, ha declarado que a raíz de las imágenes se le ha acusado de cleptómana, algo que es «mentira».
Para la expresidenta autonómica, este vídeo tiene que ver con «las cloacas del estado». De hecho, el asunto se encuentra ya en manos de su abogado que ha presentado una demanda civil contra el centro comercial por la distribución de las imágenes.