El nuevo presidente de Airbus en España a partir de 2019, Alberto Gutiérrez, ha pedido este miércoles al Gobierno un apoyo «decidido» a la industria aeronáutica para poder desarrollar sus proyectos de manera «competitiva» y no quedarse atrás respecto a sus competidores.
En este sentido, Gutiérrez ha valorado la agenda sectorial presentada recientemente por Industria como «un primer paso», cuyo objetivo debe ser «dotarla de contenido» y de «fondos económicos consistentes».
Tanto Gutiérrez como su antecesor en el puesto, Fernando Alonso, han tenido oportunidad de trasladar este mensaje también al secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, en una reunión mantenida este mismo miércoles, según han revelado los dirigentes del consorcio europeo en un encuentro con la prensa.
Gutiérrez ha manifestado la «completa sintonía» que ha encontrado con el ‘número dos’ del Ministerio de Defensa, pues Olivares les ha trasladado la voluntad del Gobierno de ir cubriendo las necesidades de las Fuerzas Armadas, aunque siempre «dentro de las capacidades económicas del país».
La pasada semana el Ministerio de Industria hizo pública la agenda sectorial para el sector aeronáutico, que Fernando Alonso ve como «un primer paso» positivo pero que aún debe «materializarse». «Queda ver cómo ponemos chicha alrededor del hueso», ha ejemplificado avisando además de que competidores como Boeing sí cuentan con ese fuerte apoyo de la Administración norteamericana y está emprendiendo una «agresiva» campaña para captar clientes.
Alonso se ha despedido del puesto de director de Airbus en España y responsable de la división de aviones militares de la compañía, dentro de Airbus Defence and Space, garantizando un relevo «tranquilo» y dentro de la «normalidad», con una cartera de pedidos de alrededor de 9.000 aeronaves que garantizan el trabajo para los próximos nueve o diez años.
Mientras, Gutiérrez ha dicho llegar al puesto con la vista puesta en los retos que por delante tiene la compañía, que cumplirá 50 años en 2019, como la digitalización o las inversiones en investigación y desarrollo, además de recuperar la cuota de mercado que se ha perdido los últimos años.
APUESTA POR LA DIGITALIZACIÓN
En el plano de la digitalización, la «quinta revolución industrial» en palabras de Gutiérrez, el objetivo es ir más allá que en el sector de la automoción de manera en el corto plazo se diseñen los aviones a demanda del cliente virtualmente y en formato digital para sus traslado a los centros de fabricación. También en servicios, donde Airbus ya cuenta con una plataforma digital que da servicio a 30 aerolíneas y recibe datos de unos 3.000 aviones y donde el Big Data será esencial para anticiparse a necesidades de mantenimiento de clientes.
En el área comercial, el grupo ha revisado al alza sus previsiones para los próximos 20 años con una demanda de 48.000 aeronaves a nivel mundial, lo que requerirá la fabricación de casi 25.000 aviones, conforme al ritmo de alza del tráfico aéreo de pasajeros (4,5%). La mayor demanda se concentra en Asia-Pacífico y Oriente Medio.
El ritmo de ventas en la cadena de suministro del grupo es bueno especialmente por la demanda del A320 y del A330 y ha pasado de los 10.000 millones de euros en 2015 a los 14.000 millones de euros en 2020, con lo que en España es previsible que avance en la misma línea.
El macropedido con el que arrancó el año con Emirates para el ‘superjumbo’ A380 (20 unidades y 16 opciones) permitió garantizar para los próximos diez años el programa, cuyas entregas comenzarían en 2021, contrato especialmente importante por la carga de trabajo que supone en Puerto Real (Cádiz).
En carga, Airbus estudia reconvertir el A330neo para carga, con dos clientes como Fedex y UPS interesados pero que no acaban de decidirse, una proyecto que requiere un mínimo de órdenes de pedido para llevarlo a cabo.
En cuanto al C Series, con la entrada de Airbus en el programa a través de la compra del 50,1% del negocio a Bombardier, será un reto importante que conlleva revisar el ritmo de cadencia, porque el actual no es rentable.