La Plaza de España registró anoche una gran acogida. Con un lleno absoluto pues más de 5.000 personas disfrutaron de la mítica banda inglesa.
Como es lógico, la edad media del público era bastante más alta de lo que acostumbra un concierto de rock y heavy normal.
Los icónicos miembros del Salón de la Fama del Rock and Roll comenzaron la noche con un entusiasmo palpable y una energía frenética frente a miles de fanáticos.
Con «Highway Star», canción incluida en su disco «Machine Head» (1972) y una de las más conocidas por incluir solos de guitarra y teclado, el grupo arrancó el concierto haciendo que miles de gargantas cantaran el estribillo.
La banda interpretó «Pictures of Home», un tema muy elegido por el grupo para el lucimiento de Airey y Glover, manteniendo el papel central que los teclados han jugado siempre en la música de Deep Purple.
Le siguieron grandes temas como «No Need to Shout», «Nothing at All», «Uncommon Man», «When a Blind Man Cries», «Anya» y «Perfect Strangers».
Hubo solos muy acertados, como el que se marcó antes de «Lazy» y que animó bastante al público. Comprobando que quien nos alegraría la noche era el recién llegado, McBride, un guitarrista irlandés de blues rock quien se convirtió en el gran protagonista de la noche que se comió a sus para nada novatos compañeros. Simon McBride tuvo solos en gran parte de las canciones, y demostró que su reciente incorporación a la banda -Steve Morse dejó el grupo hace escasas semanas por cuestiones familiares- fue todo un acierto.
Ian Paice y Roger Glover también tocaron a un altísimo nivel y, de verdad, daba gusto escuchar los pasajes instrumentales y las veces que se ponían a improvisar.
Con un público entregado llegó el turno de «Smoke on the Water», una canción que cumple medio siglo de vida y que, curiosamente, estuvo a punto de no ser incluida en el álbum Machine Head.
«Hush», un tema de su primer disco en estudio, y «Black Night», del mítico trabajo Deep Purple in Rock, dos canciones que caminan entre la psicodelia y el rock progresivo, fueron los temas elegidos con los que el grupo cerró el concierto.
A pesar de las limitaciones vocales de Ian Gillan las canciones elegidas en el repertorio fueron las justas y necesarias para defenderlas con su inconfundible y eterna voz, en las que no había grandes agudos ni complicaciones en exceso para un vocalista de su experiencia.
Aunque los DEEP PURPLE de ahora no tienen nada que ver con los de hace décadas, pues sus shows no son tan explosivos sino más calmados, con muchas partes instrumentales e improvisadas, sigue pareciendo increíble que el grupo siga en activo, con un disco reciente bajo el brazo y demostrando un nivel instrumental en vivo excepcional a pesar de la avanzada edad de sus integrantes.
Estos cinco veteranos tienen mucho combustible en sus tanques, lo suficiente como para entusiasmar a la audiencia, levantando y golpeando el puño en el aire durante la noche en la Plaza de España. En resumen Deep Purple nos regaló un concierto, en el marco de Icónica Sevilla Fest, cargado de energía instrumental, en el que la incorporación del guitarrista Simon McBride, hace escasas semanas, fue una gran sorpresa para los asistentes.