Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), dirigidos por el profesor Francisco Javier Fernández Acero y pertenecientes al área de Microbiología, han llevado a cabo un hallazgo centrado en una proteína recombinante, extraída de la microalga N. Gaditana y denominada UCA01, que actúa como inhibidora del crecimiento tumoral.
Según informa la UCA, este trabajo, desarrollado –con la colaboración de las empresas Endesa, Neoalgae y el centro tecnológico AINIA– en la planta de captura de C02 a través de microalgas de Endesa de la central térmica de Carboneras, en Almería, abre la vía a un nuevo método de tratamiento del cáncer, mediante el futuro desarrollo de una composición farmacéutica que podría ser administrada a pacientes con tumores sólidos para bloquear la proliferación de la célula cancerígena incluso en presencia de estímulos inflamatorios.
En este sentido, ha explicado que estos investigadores han constatado que el uso de la proteína UCA01 recombinante sumerge a las células tumorales en un periodo de inactividad mitótica (paraliza su multiplicación o proliferación), lo que impide el crecimiento tumoral, además de prevenir su aparición.
De hecho, previene la aparición tumoral debido a tres factores: su capacidad antioxidante, el aumento de la actividad de la proteína P53 y la protección de la degradación de las mitocondrias, ha indicado la UCA.
Los autores de este trabajo han demostrado, por primera vez, que esta proteína, además de reducir el crecimiento celular tumoral, lo hace sin afectar el crecimiento de las células no tumorales demostrando su especificidad.
Asimismo, esta proteína «proporciona una nueva herramienta para luchar contra el cáncer, cuya fuente de obtención es una microalga».
Los resultados obtenidos por este equipo científico han sido el núcleo de la tesis doctoral de Rafael Carrasco Reinado, defendida en la UCA el pasado diciembre, y han dado lugar a la solicitud de una patente para la protección de este hallazgo en el territorio español. Se pretende extender para su explotación en otros países europeos, ya que hay empresas farmacéuticas de Francia y Alemania que han mostrado interés en el desarrollo de este posible tratamiento antitumoral.