Un estudio, liderado por el ‘Grupo Alergia’ del Hospital de Ciudad Real, ha comparado a un total de 106 asmáticos de Madrid y de Ciudad Real para evaluar las consecuencias de la contaminación urbana en pacientes alérgicos a gramíneas y ha demostrado que la sintomatología clínica de los pacientes madrileños resulta ser un 30 por ciento superior a los de Ciudad Real.
Asimismo, ha revelado que la contaminación asociada al tráfico de vehículos ha triplicado sus valores en Madrid, con respecto a los datos de Ciudad Real. «Los niveles de pólenes de gramíneas resultaron similares en ambas capitales, con diferencias inferiores al cinco por ciento, por lo que las diferencias clínicas se asocian al efecto adicional de la contaminación de Madrid», ha explicado el investigador principal del proyecto, Francisco Feo Brito.
El estudio está respaldado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), que ha presentado el documento con motivo de la Semana Mundial de la Alergia, que se centra en la conexión entre el asma y las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias.
También se ha analizado la respuesta de muestras de pacientes alérgicos al polen para evaluar la proliferación linfocitaria bajo estímulo de pólenes de gramíneas sometidos a alta y baja contaminación. «La actividad de los linfocitos T CD8 y las células NK está involucrada en la determinación de la gravedad del asma inducida por el polen e incluso el riesgo asociado de mortalidad. Otro hecho que nos sorprendió fue que los pacientes de Ciudad Real respondieron más activamente al polen de Madrid que los residentes de esta ciudad, lo que sugiere una mayor tolerancia en los pacientes
sometidos a mayores niveles de contaminación urbana», ha asegurado Brito.
Por otro lado, la Universidad San Pablo CEU de Madrid ha analizado el efecto de la contaminación sobre las plantas y pólenes de gramíneas. Los estudios fisiológicos realizados con gramíneas de ambas procedencias demostraron una mayor eficiencia fotosintética en las plantas, creciendo con una menor contaminación atmosférica las
de Ciudad Real, frente a las plantas de Madrid.
«Es bien conocido cómo las situaciones de estrés afectan de forma muy rápida al proceso fotosintético», ha explicado el alergólogo.
En el estudio, el polen ha mostrado una mayor actividad NADPH oxidasa y mayor concentración de H202. Asimismo, se ha realizado un análisis de la expresión génica de las gramíneas, lo que ha permitido identificar genes que codifican proteínas de defensa de las plantas, sobreexpresadas como consecuencia del estrés provocado por la contaminación urbana.