La sesión la inició el coro “la desafinada”, el coro liderado por Nandi e Inés Migueles mantiene su progreso en el Concurso con un repertorio que sigue estando condicionado por la música del tango, que no permite redondear una idea que sí saben exprimir tanto en su desarrollo como en el apartado musical en la presentación y el popurrí, sobre todo cuando se vuelve crítico y reivindicativo a partir del tipo.
Seguidamente la chirigota “los calaíta (fuimos a por tabaco). Una chirigota de toda la vida” pusieron en escena a 12 Eugenios que cantan con la misma tranquilidad con la que el recordado humorista contaba sus chistes. Surrealismo que cae de pie y que hace que el público les lleve en volandas. Una chirigota muy trabajada tanto en lo interpretativo, que es lo que más brilla y más tira del público, como en las letras, con las que demuestran que no están de paso en el Concurso del Falla, tanto en el presente como en el de su futuro prometedor.
El único cuarteto de la noche fue el siguiente en subirse a las tablas del Falla: “un clásico nunca muere”. En esta ocasión, la parodia la centran en el Carnaval después del Carnaval, introduciendo algunas cosas fresquitas. Así, primero meten cosas en la Casa delCarnaval, como los váteres de la carpa, en los que antes que el Antifaz de Oro se dará el Retrete de Oro.
El segundo coro de la noche fue “Cádiz, el show” El coro de Luis Rivero sabe afinar con las letras en su tercer pase, dándole un plus a una propuesta muy trabajada en la que el apartado musical y su interpretación en escena son primordiales, aunque esconde cierto contenido crítico.
Posteriormente llegó el turno de la comparsa “las ratas”. Una plaga que molesta a los turistas, esos que se han apoderado de una ciudad que se vende mientras que sus hijos solo se quedan con sus migajas. Una ciudad sin alma a la que Jesús Bienvenido consigue darle vida desde la crítica con el arte carnavalero.
La chirigota del Bizcocho fue la última de esta modalidad en actuar “los hermanos del buen fin”. Una secta que es un derroche de felicidad y que acaba con el buen fin del suicidio colectivo. La chirigota del Bizcocho arriesga en su tercer pase para apurar sus opciones de repetir en la GranFinal.
Puso el broche final la comparsa “la valla”. Una valla que simboliza la odisea que supone el viaje a Europa desde África. Con un repertorio muy crudo, pero necesario, la comparsa de Marta Ortiz se hace fuerte cuando se vuelve reivindicativa. En este tercer pase, el resultado es desigual en los pasodobles, sobre todo por el cariz diferente que tiene la primera letra respecto a su línea habitual al dedicársela a Juana y Laura, sus dos abuelas.
Esta noche tercera semifinal con las actuaciones de el coro “que barbaridad”, la Chirigota ‘Los butaneros, chirigota de CAI/CDC’. La Comparsa ‘La chulita’. El Coro. ‘El gallinero’. La chirigota del SELU: ‘Apartamentos turísticos Juani Wainjaus’. LE SEGUIRÁ La Comparsa ‘El cementerio’. Y finalizará la sesión con la chirigota “los cagones”