Más allá de las cifras, hay personas. Rostros que acuden a la oficina del servicio andaluz de empleo para sellar su cartilla y seguir cobrando el paro, o para apuntarse después de haber perdido su empleo. Otros buscan trabajo, comenzar un curso o buscar en los puestos disponibles cualquier posibilidad de volver a encontrar un empleo.
En un día lluvioso como el de hoy, Inmaculada acude un mes más. Tiene 48 años y lleva varios sin encontrar un trabajo. Ni de lo suyo, como administrativa, ni de cualquier otra cosa. Busca lo que sea, porque esta situación le está minando cada día más.
Ángel Rodríguez tiene 62 años, pero lleva muchos fuera del mercado laboral. Aunque la hostelería ha sido su campo, asegura que la sociedad en cuanto superas los 45 años, ya no te quiere. Con lo poco que cobran del desempleo, el día a día en casa se torna muy complicado.
Las sensaciones que tienen es que en Chiclana poco podrán hacer para encontrar un trabajo. Sus vidas un día dieron un giro radical y ellos son un número más de esa larga lista de parados que soporta el Servicio Andaluz de Empleo.