La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado del aumento de la violencia doméstica ante la pandemia del coronavirus. Según ha señalado, las restricciones de movimiento han ralentizado la transmisión del COVID-19, pero en muchas situaciones también han confinado a las personas junto a sus agresores.
Al respecto, ha recordado que la organización estima que 1 de cada 4 mujeres sufren violencia de género y 1 de cada 3 niños experimentan algún tipo de violencia por parte de padres, cuidadores, compañeros u otros miembros de la familia.
Los aumentos en la violencia doméstica en tiempos de crisis como el actual «están bien documentados», según ha incidido. Además de contribuir al aumento del miedo, la ansiedad, el estrés financiero, la pandemia de COVID-19 «ha desafiado la capacidad de los servicios sociales y de salud para conectarse y apoyar a las víctimas de la violencia».
A su juicio, en muchos hogares, las mujeres y los niños dependen de llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto a las líneas de ayuda y otros mecanismos de apoyo comunitario y estos son «su único refugio».
Si bien la OMS afirma que es demasiado pronto para tener datos sólidos, existe un número creciente de informes en diversos entornos y contextos que sugieren un aumento significativo de la violencia doméstica en los hogares de todas las regiones.
En el Reino Unido, las llamadas, correos electrónicos y visitas al sitio web para víctimas de esta violencia han aumentado en un 97%, 185% y 581% respectivamente, tal y como ha asegurado. Además, la OMS remarca que se ha documentado una tendencia similar en Austria, Chipre, Italia y España.
También ha destacado que el comisionado australiano de eSafety ha informado un aumento del 40% en el ciberacoso, y Europol de un aumento inquietante en el abuso y la explotación sexual infantil en línea.
Para responder a esta cuestión, hay países que están implementando soluciones para ofrecer seguridad. En Noruega, por ejemplo, los maestros y otros trabajadores del servicio de bienestar infantil se han movilizado, promoviendo medidas de seguimiento más directas con niños vulnerables conocidos, tal y como han señalado desde la OMS.
En Francia, Alemania, Italia, Noruega y España, las farmacias y los supermercados se han convertido en espacios seguros donde la emisión de una palabra clave («Mascarilla 19») indica que se requiere protección urgente. Así, la OMS ha saludado que los países estén adaptando sus esfuerzos para mantener la prevención y la respuesta a la violencia doméstica.