El presidente de la organización de autónomos ATA, Lorenzo Amor, ha afirmado este lunes que la nueva normativa sobre el registro horario de jornada, que obliga desde ayer a todas las empresas a realizar el control de horas trabajadas de sus plantillas, es una «chapuza», que supone volver «al siglo pasado».
«Es como volver a la mina. La administración se cree que todos los trabajadores tienen un centro de trabajo, cuando la realidad es que en España hay más de 600.000 empresas que no lo tienen», ha señalado Amor en declaraciones recogidas por Europa Press.
El presidente de ATA ha advertido de que en los autónomos y en las pequeñas empresas «hay cabreo y mucha incertidumbre» por esta nueva obligación empresarial, una incertidumbre que, a su juicio, se refleja incluso en el hecho de que el Ministerio de Trabajo vaya a publicar hoy una guía práctica «un día después» de que haya entrado en vigor la obligatoriedad de este registro.
Amor ha afirmado que, aunque hay que controlar las horas extraordinarias que realizan los trabajadores, no se puede pensar que los empresarios «son unos defraudadores».