El Partido Popular, a través de su secretaria general en Chiclana, Ana Domínguez, ha comparecido ante los medios para reclamar que se realice un mantenimiento de la infraestructura del tranvía en Chiclana.
Durante su intervención, Domínguez ha señalado que “el reloj corre y lo que vemos del tranvía es que cada vez hay más deterioro por falta de mantenimiento, por lo que instamos a que se lleve a cabo y se arreglen los desperfectos en rotondas, señales verticales y semáforos, porque luego dirán que no ha dado tiempo”.
«el reloj corre y lo que vemos del tranvía es que cada vez hay más deterioro por falta de mantenimiento»
Entre las principales demandas se encuentra el adoquinado de las rotondas, “un elemento muy peligroso sobre todo para ciclomotores, pues su colocación, en lugar del habitual asfalto, hace que se pierda la estabilidad y el control del vehículo, con lo que supone para la falta de seguridad vial”.
Sobre este punto, insta a «José María Román a que priorice los intereses de Chiclana y pida el arreglo y mantenimiento a sus compañeros de partido en la Junta de Andalucía, porque Chiclana tiene que ser lo primero y hay que llamar a las puertas que hagan falta».
Por otro lado, además de elementos como las señales y los semáforos, Ana Domínguez centra la atención en “la zona del trazado del tranvía en el entorno del polígono industrial de Pelagatos, que presenta una imagen lamentable, donde la hierba ha invadido todo, con lo que se proyecta una imagen de abandono y dejadez que al final lo que puede provocar es que haya quien aproveche la circunstancia para actuar contra la infraestructura”.
La cuestión es que “hay de plazo hasta el 31 de marzo para que el tranvía entre en funcionamiento o la Junta de Andalucía del PSOE será responsable de haber tirado a la basura millones de euros, porque habrá que devolver el dinero destinado a esta infraestructura a la Unión Europea”, según ha dicho Ana Domínguez.
“Confiamos en que después de todo el daño hecho a la ciudad, por lo menos se ponga en funcionamiento en plazo, pues de lo contrario la factura que pagaríamos los chiclaneros sería tremenda”, concluye Domínguez