El equipo técnico contratado por Diputación inicia la fase de exhumación de los restos sepultados en fosas del antiguo cementerio
Cinco vecinos de Jimena de la Frontera han golpeado con azadas el suelo del patio número cuatro del antiguo cementerio municipal. Simbólicamente han protagonizado el inicio de la fase de exhumación promovida para recuperar los restos de sus familiares, represaliados por los golpistas que se sublevaron contra la Segunda República y provocaron la Guerra Civil española. Las investigaciones históricas y las fuentes orales aseguran que más de treinta vecinos de Jimena de la Frontera fueron asesinados en el entorno del castillo y enterrados, en fosas comunes, en el viejo cementerio.
Hace un año, en unos sondeos promovidos por el servicio de Memoria Histórica y Democrática de Diputación, se localizaron los restos de cinco de estas víctimas. Hoy, primero de julio de 2020, se inician las tareas de exhumación, de nuevo costeadas por Diputación. El coordinador del equipo técnico contratado por la institución provincial, el arqueólogo Jesús Román, ha explicado a las familias de los represaliados cómo se ha planteado una intervención que se llevará a cabo durante el verano; 84 años después de las primeras ejecuciones.
Jesús Román ha explicado que la mayor parte de las víctimas fueron ejecutadas al amparo del bando de guerra, si bien «en Jimena se siguió matando hasta 1949 en aplicación de la denominada Ley de Fugas». La cifra de represaliados oscila entre 35 y 40 personas.
Tras la recuperación de las osamentas comenzará el estudio antropológico de los restos que permitirá determinar sexo, edades, patologías, lesiones peri-mortem y orificios de bala. Y, junto a esa indagación científica, se iniciarán los pasos preliminares hacia la identificación genética. De cada persona recuperada se extrae una muestra ósea con la que se podrá determinar su ADN.
