Si nos fijamos en los datos que ha aportado la delegación municipal de medio ambiente, parece ser que los chiclaneros cada vez tienen una mayor conciencia por el reciclaje. Las cifras no engañan. Solo en el año pasado el uso de las áreas de Pelagatos y Urbisur se incrementaron en más de mil descargas.
Aún así, su responsable, Joaquín Páez considera que es necesario seguir incidiendo en aspectos como “el abandono de residuos como restos de poda, muebles y enseres junto a contenedores o en parcelas vacías, que desgraciadamente sigue ocurriendo”.
Las descargas se contabilizan a partir de número de vehículos que acceden a las instalaciones para desprenderse de algún tipo de residuo. La existente en Urbisur registró en 2017 más de 23.000 descargas, 990 más que en 2016 cuando se contabilizaron 22.000. Por lo que respecta al área de Pelagatos, 2017 se saldó con 23.000 descargas por las 22.800 del año anterior.
Mención especial merece también el incremento de utilización que viene experimentando el punto limpio móvil que funciona en la ciudad desde el año 2010. De hecho, durante 2017 experimentó un notable crecimiento en la mayor parte de residuos, excepto en radiografías, que tienden a desaparecer ya que dejaron de facilitarse físicamente a los pacientes en los centros de salud y hospitales. Así, los residuos donde el crecimiento ha sido de mayor consideración son los medicamentos, pequeños electrodomésticos y aerosoles.
