El Gobierno ha aprobado este viernes 28 de mayo en un Consejo de Ministros Extraordinario el ingreso mínimo vital que pretende reducir en un 80% la pobreza extrema en España.
El Gobierno estima que el ingreso mínimo vital llegará a unos 850.000 hogares en los que viven aproximadamente 2,3 millones de personas, de las que un 30% son menores.
Además, el Ejecutivo calcula que el 16% de los hogares potenciales beneficiarios son monoparentales y, de ellos, casi el 90% están encabezados por una mujer, según fuentes del Gobierno.
El ingreso mínimo vital será una prestación de la Seguridad Social y su coste anual rondará los 3.000 millones de euros. El objetivo es reducir la tasa de pobreza en España.
Para ello, se fijará un umbral para cada tipo de hogar –que dependerá del número de miembros, y con un complemento adicional para las familias monoparentales–. Una vez analizadas las rentas que tenga ese hogar, el ingreso mínimo vital cubrirá la diferencia entre la renta existente y el umbral fijado para ese tipo de hogar.
Las cuantías de la prestación oscilarán entre unos 460 euros al mes en 12 pagas –el equivalente a una pensión no contributiva para un adulto solo–y 1.000 euros al mes en 12 pagas, algo menos que el salario mínimo interprofesional.
Esto significa que cuando se presente la solicitud se comprobará que el beneficiario no supere un determinado umbral de patrimonio, descontando la vivienda habitual.