Piden a la Junta de Andalucía que reconsidere las medidas impuestas a un sector que ya no puede más, que se ha adaptado y ha tomado todas las precauciones que se les pide y donde, según los estudios del Ministerio, no se producen ni el 3% de los contagios.
Asimismo reclaman un paquete de medidas como han hecho en otros países europeos para contrarrestar las devastadoras consecuencias negativas a las que tendrán que hacer frente durante los próximos meses. Conscientes de que la salud es lo primero, asumen que si lo prioritario es salvar vidas, se coja al toro por los cuernos, se cierren todos los negocios a cal y canto el tiempo que haga falta pero que lo hagan con un plan de rescate sobre la mesa puesto que no están para limosnas.
El presidente de la Asociación de Hostelería de Ubrique, Miguel Rosado, ha pedido a la alcaldesa de Ubrique, Isabel Gómez, que sirva de portavoz de sus necesidades y su situación y ha reclamado que todas las inversiones municipales que no sean de urgencia se destinen a revitalizar este sector tan dañado y donde muchos negocios están abocados al cierre.
La edil ubriqueña recogía el guante in situ y mostraba su total apoyo a todos ellos. Al mismo tiempo recordaba que desde el gobierno municipal se ha colaborado desde primera hora con medidas que suponen un respaldo al sector como la ampliación de los veladores, la supresión de tasas e incluso un plan específico con una ayuda directa de 300 euros. No obstante, recuerda que son administraciones como la Junta de Andalucía las que tienen competencia y pulmón económico las que tienen la llave en su mano.
Por último, pedía a todos los ubriqueños la máxima responsabilidad individual por motivos, eminentemente sanitarios, pero también económicos, en señal de empatía y solidaridad de todos los hosteleros.