En pocos días Paco Muriel recibirá la Insignia de Oro de Sancti Petri. Será una buena forma de celebrar además su cumpleaños que coincide en el mismo día de Andalucía, el 28 de febrero. Desconoce los motivos por los que han decidido otorgarle este reconocimiento, pero intuye que tras años con la cámara al hombro, su trabajo y su dedicación bien merecía este premio.
Ahora, cuando echa la vista atrás, recuerda que lo suyo viene de lejos cuando la fotografía ya comenzaba a interesarle a pesar de que en la familia no hubiese precedentes de nadie que se dedicase a este oficio. Tantos años al pie del cañón le han servido para acumular muchas anécdotas, la mayoría relacionadas con su trabajo que ha sido siempre a pie de calle.
Se siente satisfecho de haber sido pionero en esto de abrir una televisión local a finales de los 80, en un momento en el que nadie apostaba por ello. Su mayor orgullo está en sus propios hijos, que han decidido continuar con el camino que él abrió hace años navegando entre la fotografía y la televisión.
