Esta muestra, incluida en el programa ‘Contextos del Museo de Chiclana, estará abierta al público en la sala 3 de estas dependencias hasta el próximo 30 de agosto
La delegada municipal de Cultura, Pepa Vela, y el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, han inaugurado la exposición ‘La discípula transitiva. Andrea Prieto Forgas’, que estará abierta al público hasta el próximo 30 de agosto. Así pues, este verano, la sala 3 de exposiciones Temporales acoge una nueva muestra, que, dentro del programa ‘Contextos del Museo de Chiclana’, ampliará de manera monográfica un asunto presente en la exposición permanente.
Aunque pareció suficiente la coincidencia de Andrea Prieto con las discípulas de Gessa en los salones expositivos de su tiempo para justificar la influencia de éste en su obra, finalmente apareció un dibujo de una jovencísima Andrea Prieto hecho a tinta, imitando la trama propia de un grabado. Se trataba de una obra de Murillo que Salvador Carmona grabó en el XVIII. Con toda seguridad este trabajo escolar de la pintora se realizó a partir de dicho grabado. ¿Quién daba, de puño y letra, su visto bueno al trabajo? Nada más y nada menos que Marcelina Poncela Hontoria, una de las más brillantes discípulas de Gessa Arias. Con ella estudió Andrea Prieto y en este dibujo aparecen, al pie del mismo, las firmas de ambas.
Alumna de la Escuela de Niñas y Adultas de la Lonja (Barcelona), fue una de las primeras mujeres que realizó estudios artísticos reglados en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona. Las alumnas, que tenían que demostrar conocimientos de instrucción primaria para poder entrar en la Escuela, adquirían nociones de ornamentación mediante la copia de estampas y relieves, pintaban flores del natural y hacían estudios de dibujo para aplicar a tejidos, bordados,encajes, estampados, cerámicas y ‘labores propias de la mujer’.
Premiada en la exposición universal de 1888 celebrada en Barcelona, la concurrencia a las exposiciones municipales de Barcelona se convirtió en una cita habitual para ella. Andrea Prieto figuraba entre las pocas pintoras participantes en los certámenes y exposiciones municipales de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona (1888-1906). Y ya en el año 1891, aparece exponiendo su obra junto a las de Fernanda Francés, Adela Ginés y María Pirala, discípulas de Sebastián Gessa Arias, presentando la gran mayoría de éstas paisajes, naturalezas muertas y alguna que otra pintura de género.